Cuando a Al Capone
le remordió la conciencia
«Mi querido Sonny, cuando leas esta
carta ya no estaré cerca de ti para rodearte con mi afecto. No te pido más que
una cosa: olvida lo que fue Al Capone y recuérdame solo como a un padre que te
ha adorado y nunca ha querido otra cosa que tu bien.
Sé que te dejo una pesada
herencia: mi nombre. Pero tú considerarás tu deber de hijo imponer el respeto
más absoluto a mi memoria.
Sé trabajador y protege a tu madre: ahora, ella no
tiene a nadie más que a ti. Sé aquel hijo que yo no he sabido ser y, sobre
todo, el hombre que yo habría debido ser».
Fecha: 1947
Contexto: El gánster escribió esta misiva
poco antes de su muerte. Había sido excarcelado del penal de Alcatraz debido a
los estragos que causó la sífilis en su salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario