lunes, 21 de marzo de 2022

Blanca del Cerro: Te vi sentada

 


 

 

Te vi sentada a lo lejos y me pareciste… no podría explicarlo, no tengo palabras para ello, me pareciste… algo sobrenatural, como si el resto de la humanidad se hubiese evaporado y solo quedases tú columpiándote en mi sueño. No me mirabas pero no importaba. Te vi sentada, rebuscando en el infinito, con tu figura perfecta, tu piel tostada, tus labios suaves y tus gafas de sol cubriéndote los ojos. En ese momento creí que solo quedábamos tú y yo en el mundo. Por eso me aproximé y tomé asiento entre todos tus amigos, que eran unos cuantos. Yo sería uno más. Y allí permanecí. Y disfruté contemplando tu figura de diosa líquida hablando a todos sin dirigirte a nadie. Me hubiera gustado quedarnos a solas y saber de ti, de tu vida y de tus sueños, hablar, conocerte, regodearme en tus labios. Pero era un hombre tímido y allí me quedé… admirándote. Aquel día el amor entró a trompicones por mis venas y no pude hacer nada por evitarlo.

No me mirabas pero eso era lo de menos.

Día tras día me senté junto a ti sin que te percataras de mi presencia, solo por estar a tu lado, y día tras día te adoré en silencio. Me hubiera gustado tanto mirarte a los ojos, esos ojos que siempre llevabas cubiertos, pero no importaba porque tenía bastante con tu presencia y tu ausencia.

El verano empezaba a esfumarse.

Y una tarde nublada te dirigiste a mí y se me salió el alma a borbotones por la boca. Quisiste mirarme pero no pudiste. Tu sonrisa me desbarató, y tus palabras, y tu sencillez, y me dijiste tu nombre. Fue entonces, al observarte por primera vez de cerca, cuando me percaté de que sucedía algo incomprensible, algo que, en mi obnubilación, no había podido o no había querido ver.

Mi corazón saltó en mil pedazos.

Fue entonces cuando comprendí que no me hablabas porque sí, que no te acercabas porque sí, que no me mirabas porque sí. Fue entonces, y solo entonces, cuando comprendí que eras ciega.

 

 

©Blanca del Cerro

#cuentosparapensarBlancadelcerro

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario