domingo, 21 de julio de 2024

La Gran Plaza de Bruselas (Bélgica)

 


Constituye uno de los espacios urbanos más bellos de Europa. Fue destruida en el año 1695 y en lugar de reconstruirla en un estilo contemporáneo prefirieron volverla a levantar en su estilo anterior.

Se trata de una de las pocas plazas principales de una ciudad europea que no alberga ninguna iglesia ni ningún otro lugar de culto, lo que reafirma la función administrativa y mercantil.

El Ayuntamiento que conserva intactos sus componentes góticos y del siglo XVIII, ocupa la mayor parte del lado sur de la Gran Plaza y está formado por un grupo de edificios que se organizan alrededor de un patio rectangular interior. Aunque permaneció en pie a pesar del bombardeo de 1695, por la artillería francesa, fue restaurado experimentando una nueva modificación en el siglo XIX.

Al otro lado de la plaza se encuentra el segundo gran edificio principal, La Casa del Rey de España, en la esquina con la calle Beurre, hoy convertida en Museo Municipal. El primitivo edificio fue construido entre 1515 y 1536 por orden de Carlos V. En 1696-1697 fue de nuevo construida por orden de la corporación de panaderos.

La casa de los Duques de Braganza da la impresión de ser la mayor del resto de las casas que rodean la Gran Plaza, pero en realidad se trata de una monumental fachada de estilo barroco clásico construida por orden del consejo municipal en 1695. Este edificio engloba siete casas individuales que en sus orígenes albergaban las corporaciones de diferentes oficios y asociaciones de artesanos.

Cada una de las casas que rodean la Gran Plaza tiene su nombre propio. El tamaño varía, algunas apenas han cambiado algo desde principios del siglo XVIII, mientras que otras han sufrido una modernización radical. Los pisos inferiores han sido convertidos en restaurantes, cafés o tiendas.

El Cornet, antigua casa de la corporación de bateleros, dotada de una estrecha fachada barroca que posee algunos rasgos de principio del período rococó.

El Cisne, bautizada así por el relieve que adorna su fachada, enfrente del Ayuntamiento del otro lado de la calle Charles Buls, originalmente fue un albergue, pero tras la reconstrucción del siglo XVII la corporación de carniceros la compró y embelleció gracias a los ingresos obtenidos por una venta de lana, así lo anuncia una inscripción en lo alto de la fachada.

A su lado se localiza la casa de los Cerveceros, con una llamativa portada barroca en la que se incluye una inscripción.

Una de las fachadas más estrechas es la de la casa del Ciervo, en el ángulo de la calle de La Colline, tiene la anchura de dos ventanas y una sobria fachada de piedra blanca.

Patrimonio de la Humanidad desde 1998.



No hay comentarios:

Publicar un comentario