sábado, 27 de diciembre de 2025

Orquídeas

 



Son una familia de plantas monocotiledóneas, con más de 25000 géneros y aproximadamente 30000 especies, que se distinguen por la complejidad de sus flores y por sus interacciones ecológicas con los agentes polinizadores y con los hongos con los que forman micorrizas. Algunas imitan la forma y el olor de insectos hembra para atraer a los machos y lograr la polinización.

Se encuentran en casi todos los rincones del mundo, excepto en los desiertos y en la Antártida. Son muy abundantes en la zona intertropical.

Pueden vivir mucho tiempo. Algunas variedades como la orquídea vainilla llegan hasta los cien años. Estas se cultivan por sus vainas para obtener la vainilla y hacer perfumes. Es la orquídea más cultivada y los aztecas la utilizaban para aromatizar esa rica bebida hecha a base de cacao, el chocolate.

Fueron conocidas y apreciadas por los seres humanos desde la Antigüedad. Existen escritos chinos desde hace mil quinientos años donde se hace referencia al cultivo de las orquídeas.

En la antigua Grecia se le atribuían propiedades curativas y afrodisíacas.

Tailandia se ha especializado en la producción de orquídeas para abastecer la demanda de las principales ciudades de todo el mundo.

Si nos regalan una orquídea:

Luz sí, pero no sol directo, la temperatura entre 18 y 25 °C, nunca inferior a 16 °C. El riego debe ser una vez a la semana; se coloca la maceta en un plato y se llena de agua, después de un rato hay que quitarlo.

Se abona una vez al mes, siguiendo las mismas instrucciones que para el riego, es decir, se diluye el abono en el agua del plato y al rato cuando haya absorbido toda la humedad que necesita se retira.

Para conseguir una mayor y mejor floración: cuando las flores se secan, hay que cortar por encima de la tercera yema (nodo), y en pocos meses volverá a brotar con más vigor.

La maceta, como en todas las plantas, se cambia cuando empiezan a asomar por debajo las raíces; esa es señal de que ya no le queda tierra ni espacio para las raíces.

 


jueves, 25 de diciembre de 2025

Feliz Navidad 2025

 



El blog Cuentos de Marieta te recuerda:



No hay límites para nuestros sueños,

 

basta creer.



¡Feliz Navidad!


martes, 23 de diciembre de 2025

Julia de Castro: La sombra de la tierra de Elvira Mínguez


 


Esta es la primera de novela de Elvira Mínguez a la que, hasta ahora, conocemos en su faceta de actriz (imposible olvidar a Flora en la Trilogía del Baztán), que ahora nos sorprende con esta incursión en la narrativa que no puede dejar indiferente a quienes se asomen a sus páginas.

Nos enfrentamos a la historia de dos mujeres en un pueblo de Zamora, Villaveza del Agua a finales del siglo XIX. La lucha enconada por el poder que ha llevado a Garibalda, viuda y enferma a imponerse sobre sus vecinos. El puño de hierro con el que gobierna las vidas del pueblo, incluidos a sus propios hijos, los mantiene explotados, sometidos y atemorizados.

Ante esta situación de abuso no encuentran más solución que aliarse con Atilana, enemiga eterna de la dictadora con la que mantiene un enfrentamiento a muerte desde que se puede recordar. Dos mujeres manipuladoras unidas desde siempre por el odio y el egoísmo que, a través de su cruel lucha de poder, van convertir en víctimas a todos los habitantes del pueblo incluyendo a sus propios hijos.

La autora refleja perfectamente en esta novela el caciquismo propio de la época con todos sus elementos: el uso de la tierra para el control y la opresión de los que la trabajan que, no tienen más remedio que pasar por las condiciones abusivas impuestas y perpetuarse así en una vida de miseria, miedo y servidumbre. Ni los familiares más próximos se libran de esta relación de vasallaje.

Violencia soterrada dentro y fuera de las familias, sometimiento, maltrato, inmoralidad, ignorancia, ningún ingrediente le falta a este relato duro y descarnado de un entorno y una época oscura y vergonzante de nuestra historia con un final impactante.

Quien se decida a leer esta novela se encontrará con una historia dramática y despiadada que, por momentos, se convertirá en asfixiante. En esta lectura no vais a encontrar ni un atisbo de belleza, gozo o alegría, no parece una lectura propia del verano a la orilla del mar, pero sí os aseguro que vais a estar mucho tiempo con las imágenes de la historia dando vueltas en vuestras cabezas.

© Julia de Castro

Mi verano en libros

Junio 2023

domingo, 21 de diciembre de 2025

El lago Victoria (Uganda, Tanzania, Kenia)

 



 

El lago Victoria es el lago de agua dulce más grande de África y el segundo del mundo en tamaño, superado solo por el lago Superior de Norteamérica. Es joven, tiene cerca de unos cuatrocientos mil años y se formó cuando los ríos que fluyen hacia el oeste fueron represados por un bloque de la corteza. Se ha secado al menos tres veces desde que se formó, la última vez fue hace diecisiete mil trescientos años.

Lo rodea Uganda, Tanzania y Kenia. Es una de las principales fuentes del río Nilo y su única salida.

En el denso pantano muchos animales encuentran alimento y refugio: hipopótamos, nutrias, impalas. Es lugar de paso de muchas aves migratorias. Aquí vive el «picozapato» que está clasificado como especie vulnerable. Es hogar de tortugas endémicas de agua dulce. Crecen plantas como el papiro. El jacinto de agua se ha convertido en una de las principales especies de plantas invasoras. Y mucho más…

Su poca profundidad y su área de superficie lo hacen vulnerable a los efectos de los cambios climáticos.

 

viernes, 19 de diciembre de 2025

Liliana Delucchi: Fragancias del pasado

 


Incapaz de vislumbrar cómo pueden caber treinta años en ese diminuto espacio, Emilia, sentada en el borde de la cama, contempla la maleta vacía. Ya le dijo a él que no quiere nada de la casa, solo su ropa y accesorios. Pero ¿y el resto? ¿Se pueden guardar los recuerdos en una valija? No, porque, además, no quiere llevárselos. Ni siquiera las fotos, no harían más que hacerla dudar sobre su nueva vida. La decisión está tomada, eso fue lo que le dijo antes de encerrarse en su cuarto con los ojos tan vacíos como la maleta.

¿Y Carolina? Ella ya está haciendo su nueva vida. Allá lejos, en la universidad, con nuevos amigos y nuevas experiencias. Su  habitación la echa de menos desde hace meses, y por mucho que Emilia rocíe los cojines con el perfume de su hija, solo azuza su nostalgia.

No fue su partida. No. El silencio se había instalado entre Mario y ella, solo roto por reuniones con amigos, los diálogos de alguna película o por el bullicio de esa adolescente que se fue para seguir con su vida.

Silencio. El mismo del dormitorio que una vez compartieron y que en breve Emilia va a abandonar… ¿para siempre? Ahora sí sus ojos vuelven a llenarse de esa agua salada que sorbe como si fuese una niña pequeña.

A través de los cristales de la ventana, las ramas todavía sin flores del magnolio le recuerdan que probablemente allí, en la playa, donde piensa instalarse, hayan florecido. Mejor clima, arena limpia y paseos a orillas del mar. Por primera vez desde hace días, sonríe ante un futuro más prometedor que ese presente cargado de desasosiego.

Vuelve a la habitación de Carolina, se tumba en la cama y, abrazada a uno de sus peluches, se queda dormida. La despierta el viento que golpea una rama contra el cristal de la ventana, el viento y un pensamiento o quizás una voz que le dijo entre sueños: «No tienes por qué irte. Que se vaya él.»

Con una fuerza que había olvidado poseer, se levanta y corre a su cuarto. Desocupa la mitad del vestidor que pertenece a Mario, coge su ropa que huele a un perfume de mujer que no es el suyo, y la tira por la ventana. En la maleta desierta, esa que horas atrás no alcanzaba a vislumbrar con qué llenaría, vierte todo el contenido de la mesilla de noche de su marido. Todo no. Las pastillas azules las tira por el retrete. ¡A ver cómo te las arreglas ahora con tu amante!

Antes de que Mario regrese, ha hecho cambiar la cerradura y puesto la valija sin recuerdos delante de la puerta.

© Liliana Delucchi

miércoles, 17 de diciembre de 2025

La cola de caballo

 



Es una de las especies más antiguas del planeta, descendiente de las primeras plantas que habitaron el planeta durante el período Devónico y el Carbonífero.

Es originaria de Europa, norte de África, Asia y América y crece espontáneamente en clima templados. Es arbusto perenne, sin flores que alcanza un metro de altura, de tallo rizomatoso, rectos y presentan dos formas diferentes unos son fértiles y terminan en una espiga, otros son estériles y se utilizan en la medicina herbolaria. Se recolecta a finales del verano.

Cachita recuerda que, cuando era niña, en su casa se comían sus tallos como si fueran espárragos.

Lo que son los tallos estériles gozan de gran prestigio, por su eficacia en las afecciones de riñones, vejiga y se utiliza para la retención de líquidos, para eliminar cálculos renales y quitar la infección urinaria moderada. 

La Yaya se ha ido a la cocina, pero regresa a pasitos cortos, trae cara de preocupación, se da una palmada en la frente, y dice muy seria que tengamos presente que la cola de caballo no debe utilizarse más de seis semanas seguidas, que todo lo que ella me diga lo deben consultar con un boticario o con un médico, con alguien avezado en la materia, que las cosas de la salud no son moco de pavo. Ella es lo que ha hecho siempre y por eso ha llegado a los cien años como una rosa.

lunes, 15 de diciembre de 2025

Nuevo Akelarre Literario nº 123: Cometa



A lo largo de la historia, y en todas las culturas, se ha considerado el paso de un cometa como un presagio: una señal de algo bueno o malo por venir. Los antiguos griegos creían que auguraban guerras o el brote de enfermedades. En un sentido religioso, se los considera como mensajeros de los dioses que vaticinan el final de un ciclo y el nacimiento de nuevas eras.

Y no podemos olvidar, sobre todo en estas fechas, la estrella que guió a los Reyes Magos hasta el pesebre en el que había nacido Jesús.

Para disfrutar de nuestros cuentos

Pinchad en el link

https://www.nuevoakelarreliterario.com/cometa-espacial/