Aranjuez, hermoso Jardín
del Edén, tan cercano a Madrid, del que Diderot, uno de los muchos franceses
que lo visitaron escribió “en este lugar la naturaleza presenta sus bondades y
sus bellezas”. Y realmente, hoy, en esta tarde otoñal soleada, deliciosa,
paseando por sus jardines con los árboles aún repletos de hojas, orgía de color
desde el amarillo dorado al tostado ocre, intensa gama que resplandece al sol.
Auténtico vergel de larga e
intensa historia, romántico lugar de descanso y recreo preferido por los reyes
y la nobleza cortesana, de violentos episodios, como el famoso “Motín de
Aranjuez” que se conmemora todos los años, atribulado Godoy, y otros más,
curiosos, galantes, amorosos, bastante menos conocidos y que hoy, quizá
influida por la deliciosa atmósfera, voy a recordar
Los reyes Isabel de Borbón y Felipe IV, pasan la
temporada estival en el magnífico Palacio de Aranjuez, el rey va a cumplir años
y su esposa piensa que sería muy bonito celebrarlo con una representación teatral
en los jardines y encarga al poeta Conde de Villamediana, escriba una obra
hablada y cantada, “La gloria de Niquea”, en la que intervengan las damas de la
Corte, incluso la reina figurando como “Diosa de la Hermosura”.
Villamediana, encantado y
osado, mostró gran atrevimiento con frases de doble sentido y personajes
fácilmente reconocibles, encantando a la mayoría pero disgustando al Rey. Y aún
más, cuando un pequeño incendio, según algunos provocado, corta la
representación y el Conde, rápido y audaz, salta al escenario y tomando a
Isabel en sus brazos, la lleva al lado de su esposo, que no hace el menor
comentario, pero la expresión de su rostro era tan notoria que provoca
maliciosos rumores cortesanos.
Tres meses más tarde, el
atractivo Conde de Villamediana era asesinado en Madrid, sin que jamás se
supiera quien había sido el autor, pero en todos los “mentideros” de la Villa
corriera aquello del “Impulso Soberano.”
Kioscos chinescos |
Y, siglos después, otro
galante sucedido, asaz comentado…
El Marqués de Salamanca,
inteligente y avanzado hombre de negocios, encontraba toda clase de
dificultades para instaurar en España el ferrocarril. Cansado, decide apelar a
la reina Isabel II, que le apoya y, por fin, consigue poner en funcionamiento
la línea Madrid–Alicante, cuya primera
parada sería Aranjuez.
Naturalmente con el fausto
y empaque requerido, la Reina inaugura el recorrido que Salamanca ha hecho
llegar hasta le escalera del Palacio, y, apenas detenido el tren, El Marqués,
saltándose el protocolo, se adelanta y
ofrece el brazo a Isabel II que, entre sorprendida y halagada, acepta, subiendo
juntos la escalinata. Por supuesto, con maliciosos comentarios y reproches
cortesanos.
Y dicen: ¿fantasía? ¿realidad?,
que estos románticos episodios y, seguramente, muchos más, fueron los que
inspiraron al Maestro Rodrigo para componer su magistral Concierto de Aranjuez,
esa excepcional obra que ha dado la vuelta al mundo llevando con su melodía, el
alma y el nombre de Aranjuez a infinidad de países.
ARANJUEZ, Patrimonio
Mundial de la Humanidad, desde 2001, deleite, belleza… ¿y amor?
Paseo entre los árboles del jardín |
© Isabel Martínez Cemillán.
Fotos: Wikipedia, la enciclopedia libre.
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