Galdós hacia 1904 |
Lo mismo que a Dickens se
le asocia con Londres y a Balzac con París, a Galdós se le relaciona con el
Madrid de la Restauración.
Nace en Las Palmas de Gran Canaria el 10 de mayo de
1843. Le fue negado el Nobel en 1905 y 1912 por razones políticas y religiosas. Murió el 4
de enero de 1920. Escribió 32 novelas, 46 episodios nacionales y 24 obras de
teatro, más cuentos, ensayos, prólogos y artículos periodísticos.
Galdós explicó dos razones para
el título: Miau, mote de las mujeres que envuelven el relato y M.I.A.U. también
son las siglas del proyecto profesional de Ramón Villaamil, su apellido
significa “mil en la villa”, que era: Moralidad – Income-tax – Aduanas –
Unificación de la deuda.
La historia se cuenta en
prosa alternando el estilo directo y el indirecto, unas veces se transcribe
íntegramente las conversaciones de los personajes y en otra es el narrador el
que describe las situaciones.
Se divide en 44 capítulos:
Del 1 al 14 es la introducción, del 15 al 33 se desarrolla el nudo, del 34 al
44 el desenlace. El léxico es adecuado a cada uno de los personajes. Utiliza la
primera y tercera persona del singular. El tiempo verbal más usado es el presente
de indicativo, aunque también utiliza el subjuntivo. La obra es irónica y
crítica. El narrador omnisciente, omnipresente es aquel que lo sabe todo, que mira
a los personajes desde arriba.
La obra se desarrolla en
dos meses, el final del invierno y el principio de la primavera y sucede cuando
el joven Alfonso XII, en una ocasión llamado Alfonsillo en la novela, acaba de
casarse con María de las Mercedes que pasa a mejor vida en 1878, el mismo año
en que Ramón Villaamil ya ha puesto de un disparo, punto final a su vida.
Decía Oscar Wilde: Detesto
la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a
una pala, deberían obligarle a usar una. Opinión muy discutible.
Personajes:
Don Ramón de Villaamil:
Ejemplo de moralidad y respeto,
hacia los demás, llevado al extremo. Funcionario cesado busca a toda
cosa volver a la administración. Se siente maltratado por la política de su
tiempo y frustrado por la imposibilidad de mejorar, acosado por las
deudas y el tren de vida al que le obliga su familia y la sociedad. Cuando ve
que los demás no necesitan de él económicamente, se suicida.
Doña Pura:
Es la mujer de don Ramón. A pesar
de la delicada posición económica de su marido, se mantiene anclada en su
opulento pasado, y lleva un alto nivel de vida mediante los empeños, los
préstamos y los pagarés continuos. Acude a la ópera regularmente, para aparentar
ante los demás. Conservar sus exclusivas cortinas es más importante que su
honor, y por ello acepta las aportaciones de Víctor, a pesar de sospechar de su
origen.
Don Víctor:
Es el viudo de una hija de
los Villaamil. Su llegada no trae más que problemas y complicaciones excepto
por su aportación económica, que saca de más de un apuro a la familia. Es el
contrapeso a la moralidad de don Ramón y la religiosidad de Abelarda. Convence
con su cuidado aspecto y dialéctica, que aprovecha para engatusar a la menor
ocasión.
Doña Abelarda:
Una hija del matrimonio
Villaamil. Representa el conflicto entre la moralidad cristiana y la pasión, la
reacción de los padres y una vida feliz. Historia de amor ficticia con Víctor.
Cuando observa el engaño de éste decide seguir con su novio anterior, su
frustración se acumula y explota en el episodio de violencia contra su sobrino.
Luisito Cadalso:
Es el cándido nieto de los
Villaamil. Representa un rol importante al ser el elemento mágico con sus
ataques en los que se le aparece un Dios galdosiano, ya que es como la
“conciencia” de los personajes. Recibe continuamente infinidad de información,
pero sólo la analiza en sueños, cuando dice que ve a Dios. El niño aporta quizá
la versión más racional de las aportadas por los otros personajes. Actúa de
mensajero para todas las cartas de recomendación que pide su abuelo.
Milagros:
Es la hermana de doña Pura. En el pasado,
tuvo una carrera prometedora como cantante, pero tras fracasar, se resigna a un
presente mediocre, que vive sin pensar que ese mañana pueda ser peor. Se
refugia en la cocina y en la ópera para ocultar su frustración ante la vida.
Personajes secundarios:
Mendizábal y Paca: los
vecinos de abajo. Tienen un perro muy inteligente, Canelo, amigo de Luisito.
Trabajadores del
Ministerio: Los únicos honrados son Pantoja y Argüelles. El peor Guillén.
Amigos de Luisito: Destacan
Posturitas y Silvestre Murillo.
Ponce: novio de Abelarda.
Quintina: Quiere tener la
custodia de Luisito.
Buscad los personajes históricos:
Escenarios:
Las Miau vivían
en la calle Quiñones. Muy cerca la explanada del Conde Duque. El vasto
terraplén entre el Paseo de Areneros y el cuartel de Guardias, inundado de sol,
iban a desentumecerse. Transcurre en el barrio Noviciado.
Calle de Manuel: Calle muy
pequeña que va de la Plazuela de Cristino Martos a la Travesía del Conde Duque.
Ya tenía ese nombre en el plano de Espinosa. En el de Texeira aparece indicada,
pero sin nombre. La leyenda cuenta que había en dicha calle un mozo de fuerzas
hercúleas y de tanta bondad como fuerza allá por los años del siglo XVII.
Estaba al servicio de unos estudiantes irlandeses que vivían en esa calle. Un
día salió Manuel a los bosques que entonces estaban próximos a Madrid y vio que
una hortelana huía perseguida por un lobo. Manuel mató a la fiera de un
garrotazo, se la echó al hombro y entró con ella en la villa, alcanzando la
inmortalidad municipal.
Calle de las Negras: En
tiempos pasados se llamó de la Sierpe. Aparece con el nombre actual en el plano
de Espinosa. El nombre no se debe a ninguna metáfora sino a una realidad. En
terrenos próximos tenían su palacio los duques de Veragua, nietos de Cristóbal
Colón y en una casa de dicha callecita vivían las negras esclavas que dichos
duques habían traído de América. Esto determinó que las gentes llamasen así a
esta calle que va desde Duque de Liria a la Travesía del Conde Duque.
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