sábado, 15 de diciembre de 2018

Gente creativa: Tiritas o curitas



La mujer de Earle Dickson, trabajador de los laboratorios Johnson & Johnson, se cortaba o quemaba cada dos por tres. 

¡Qué torpe!, ¿verdad? comentaría Tambor si la hubiese conocido. Y tras la regañina de la madre diría: Si al hablar no has de agradar, te será mejor callar.

Su marido la curaba con vendas y cintas adhesivas, sin embargo, no era un trabajo fácil para que se lo hiciera ella sola. Por lo que ideó una venda esterilizada que fuera fácil de aplicar y no se moviera de su sitio. Lo comentó con el presidente de la compañía, James Johnson, quien de inmediato se percató de su alto valor comercial.

Las primeras tiritas se hacían a mano, en tiras de 7,5 centímetros de ancho y 45 de largo. El comprador tenía que cortar una tira del tamaño que necesitara. En 1924 Johnson & Johnson comenzó a utilizar una máquina que cortaba las tiritas de 7,5 centímetros de largo por 2 de ancho, el tamaño que hoy en día conocemos. Esta innovación aumentó las ventas en un 50 por ciento.

El empresario español Gerard Coll introdujo el producto en España después de la Guerra Civil Española, creando la marca Tiritas, que se fabricó en Mataró hasta 1988. En esa fecha fue adquirida por la multinacional Hartmann que la sigue fabricando en España.

Con tantas caídas, con tantos juegos infantiles, con tantas horas en la cocina… 

¿Quién de nosotros no ha usado tiritas, o curitas, o apósito adhesivo o como queráis llamarle? 




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