Fachada |
En el solar de la antigua
iglesia de san Justo y Pastor, en el corazón de la zona conocida como el Madrid
de los Austrias, se levantaron consecutivamente al menos tres edificios, uno de
época medieval, otro del siglo XVI y el actual del siglo XVIII.
En 1698, Teodoro Ardemans diseñó
un nuevo proyecto, pero este quedó interrumpido hasta que en 1739 se decide
nuevamente emprender la reforma del edificio, a instancias del cardenal arzobispo
de Toledo y primado de España don Luis Antonio de Borbón y Farnesio. El
edificio, de planta de cruz latina, se debe al arquitecto italiano Santiago
Bonavía y fue terminado por Virgilio Rabaglio.
En 1892 pasó a ser basílica
pontificia cambiando la advocación por la de san Miguel.
Es de pequeñas dimensiones y
única en el barroco madrileño, por la singular forma convexa de su innovadora
fachada, que aloja en las hornacinas las alegorías de la Caridad, la Fe, la
Esperanza y la Fortaleza, de Roberto Michel y Nicolás Caresana representadas
por santas.
Tiene una preciosa vista desde Puerta Cerrada, desde el Viaducto y desde la Morería, emergiendo por encima de tejados y buhardillas.
Tiene una preciosa vista desde Puerta Cerrada, desde el Viaducto y desde la Morería, emergiendo por encima de tejados y buhardillas.
Posee una notable influencia
italiana. A la nave se abren seis capillas laterales colocadas entre las
pilastras que soportan las bóvedas, que están decoradas con frescos de
Bartolomeo Rusca, realizados en 1745. En la primera cúpula “La apoteosis de los
santos Niños Justo y Pastor”, en la cúpula del crucero “El martirio de los
santos niños Justo y Pastor y su posterior apoteosis” y en las pechinas los
cuatro evangelistas.
En el presbiterio “San Justo
y Pastor se presentan ante el procónsul Daciano”, obra que junto a las de la
cúpula del crucero se deben a los hermanos Luis, Antonio y Alejandro González
Velázquez.
Cuenta con ocho retablos de
finales del siglo XVIII, en estilo neoclásico, realizados en mármoles de
distintos colores. El presbiterio lo ocupa un lienzo de gran tamaño representando
al arcángel san Miguel venciendo al diablo, de Alejandro Ferrant, fechado en
1897.
La imagen del Santísimo
Cristo de la Fe y del Perdón, del siglo XVIII, obra del escultor Luis Salvador
Carmona, sale en procesión cada domingo de Ramos, es la primera que desfila en
la Semana Santa madrileña.
Interior |
No
dejéis de visitarla
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