Lleva la tristeza en su alma anclada,
y también en su nombre está
dibujada.
En busca de emociones que le
hagan olvidar
que un día quiso lo que estaba
prohibido amar.
Alzó el vuelo a lomos de su
caballo,
y se desvaneció en el tiempo
como un rayo.
El rancho al pie de las Rocosas
Montañas,
su padre y amigos le vieron ir
sin más.
No hay lugar, isla o cabaña,
que no le hagan recordar,
aquel hermano muerto en la
batalla
y sus ansias de volar,
aquella escondida pasión amarga
difícil de arrancar.
Sus lágrimas se las bebe
imbuidas en licor,
la vida se la juega con
cualquier impostor.
Pero hoy a su corazón le toca
regresar
y no sabe lo que se va a
encontrar.
© Sol Cerrato Rubio
Poema publicado en la APP "Poesía de cine".
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