Una piel sin arrugas ni heridas
una discusión sin reproches
ni insultos
una orilla sin ventanas ni
muros,
un discurso sin mentiras ni
medias verdades.
Un camino sin trampas ni
oquedades,
una lagrima sin tristeza ni
sentimiento,
una mañana sin claridad ni
movimiento,
una palabra sin caligrafía ni
acentos.
Un planeta sin tormentas ni
huracanes
un mar sin olas ni mareas,
un avestruz sin plumas y
colores,
una boca sin dientes y sin
sonrisa.
Una canción sin letra ni
armonía,
una crueldad sin odio ni
rabia,
una noche sin deseos ni
estrellas,
una fruta sin azúcar ni
vitaminas.
Vivir «con» también forma
parte de la vida.
© Sol Cerrato Rubio
¡Precioso, Sol! ¡Qué importancia tiene una sola preposición y cómo cambia las cosas!
ResponderEliminarMuchas gracias Blanca. Así es. Los pequeños detalles o matices a veces marcan la diferencia.
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