"Te imaginas que un día abres un libro y observas cómo empiezan a desaparecer letras; seguidamente palabras; después párrafos; a continuación capítulos; y así dibujos, portadas, contraportadas... Hasta quedar en tus manos, tan solo, un montón de hojas en blanco que nada guardan. Que nada cuentan. Que nada dicen."
Así inicia Chema Contreras el libro y espero que eso no suceda jamás. Yo no podría vivir sin esas letras, palabras, párrafos, capítulos, portadas y contraportadas. La vida sería mucho más triste, más aburrida, más gris, menos vida.
Estoy segura de que alguno de mis locos bajitos va a disfrutar mucho de su lectura a partir del 6 de enero.
©Julia de Castro
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