Venus del espejo. Diego Rodríguez de Silva Velázquez |
Te
encontré muy enredado
en
un rincón de mis recuerdos.
No
todo silencio es el olvido,
agradezco
haber vivido
para
encontrarte de nuevo.
Te
marchaste, me miraste
como
una estatua de hielo.
El
día estrujaba el alba,
la
noche corrió su velo.
Sé
que tengo que borrarte,
cerrar
la puerta a mis sueños,
levantar
lo que cobarde
tú
tiraste por el suelo.
Tragarme
con energía
mi
dosis emocional
para
seguir existiendo.
Salí
de entre los escombros,
lloré
lágrimas de fuego
comí
mi parte de tarta
rellena
de sufrimientos.
El
día cerró sus ojos,
entré
en el rincón del sueño,
terremotos
de emociones
de
quejas y sentimientos.
Y
en la inmensa oscuridad
los
arrojé con desprecio.
© Mariana Romero-Nieva
Un abrazo mi querida amiga Marieta, tus cuentos son fantásticos...divertidos, amenos.. y mas aún cuando tú los lees.Fue para mi una gran suerte conocerte.
ResponderEliminarLa suerte ha sido mía, querida Mariana, tus versos llegan al corazón. Muchos besos.
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