«...en
la oscuridad. El lugar al que perteneces».
Poco a
poco te vas dando cuenta de lo que sucede. Pero, aunque ahora sepas lo que pasa
no puedes llegar a entenderlo. Es imposible. Es incomprensible.
Ves que
cuanto más te esfuerzas menos consigues. Cuanto más valiente te vuelves, más
miedos te acechan por doquier. Cuanto más amas, más te odian. Cuanto más te
ríes más triste te sientes.
Cuanto
más te esfuerzas por evitar tu destino más rápido te acercas a él.
Paso a
paso te acercas al gran abismo.
No
puedes parar y todo lo que haces para intentar evitarlo se vuelve contra ti.
Cuanto
más lo intentas ralentizar más lo estas acelerando.
Sientes
la vida fluir a tu alrededor, su energía y sus constantes fluctuaciones que se
ramifican para dar lugar a una compleja red que une todo y a todos. Ves los
distintos puntos de ruptura recaer sobre los más capaces de la galaxia. Sobre
aquellos que podrían marcar la diferencia.
Pero
toda ella te esquiva.
Eres la
oscuridad que viaja junto a la luz, y te evita.
No
encajas. Nunca lo has hecho.
Siempre
has querido ignorar este hecho. Pero siempre has sabido que es verdad. Desde
aquel día hace tantos años. Desde que todo empezó siempre has vivido con aquel
peso encima. Con aquel secreto maldito. El secreto de tu propia existencia.
Desde el mismo comienzo ya eras distinto, ya no encajabas.
Comprendes
entonces el dolor que se expresaba en los antiguos archivos de Korriban.
«No hay
un dolor mayor en el universo que saber que no le importas a nadie»
Entiendes
esta verdad con tanta fuerza que te duele. Pero es tu verdad. La verdad de tu
existencia.
Intentas
por todos los medios cambiar tu destino, pero tú eres la pieza clave. El
destino no te va a dejar ir. Hagas lo que hagas te acercas cada vez más a
aquello que intentas evitar.
Y
entonces es cuando llega la duda.
¿Seguir
luchando o dejarse llevar?
Sabes
que hagas lo que hagas el final será el mismo.
Pero,
aunque el final sea el mismo, el camino recorrido es la clave.
Quizás
lo único que pueda cambiar sea el camino.
Quizás
eso será lo que te diferencie de tu aprendiz. Tú aún puedes elegir el modo de
llevar tu vida.
Él ya
estaba demasiado cegado por el poder como para asumir que alguien que se
hubiese redimido y que no se dejase llevar por la ira y el odio de su corazón
pudiese llegar a derrotarle.
(Su presunción fue su debilidad, además de su último
error)
Pero
poco a poco, paso a paso te diriges irremediablemente a tu propio destino. Tu
destino final. Allí donde ya no serás un extraño.
El
abismo en la oscuridad. El lugar al que perteneces.
Fanfiction basado en Darth Revan, personaje de Star Wars:
Caballeros de la Antigua República.
© José
Carlos Carretero
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