viernes, 7 de octubre de 2022

Arte del Renacimiento

 


Hacia finales de la Edad Media, el desarrollo de la tecnología agrícola permitió el incremento de la producción, creció el comercio y aparecieron los burgos. Al sumarse las condiciones económicas y políticas tras la caída del Imperio bizantino, se renovó el interés por la literatura, la filosofía y el interés por la antigüedad clásica. Mientras en Italia se desarrollaba el Renacimiento el resto de Europa mantuvo el gótico en sus formas tardías.

El Renacimiento italiano se divide en tres etapas: 

Trecento se refiere al siglo XIV en Italia. Se trata de la transición al pleno Renacimiento. Se adopta lo fundamental del arte clásico: simetría, equilibrio y proporción. Se percibe el arte como forma de conocimiento. Se da valor a la individualidad, a los logros personales por medio del conocimiento. El artista deja de ser anónimo. Se presta mayor atención a la anatomía, comienza a trabajarse el fondo de la composición que incluye el paisaje y se perfecciona la técnica del fresco.

Quattrocento corresponde al siglo XV y constituye el pleno Renacimiento. Su centro de mayor desarrollo estuvo en Florencia. En escultura se busca la proporción, la belleza del cuerpo. Se independiza de la arquitectura, aparece exenta, y se favorece la escultura de bulto redondo, el desnudo, lo ecuestre. En pintura se crean obras tridimensionales que involucran volumen, color y luz. La técnica que utilizan es el óleo, y gracias a ella aparece la pintura sobre lienzo, que da lugar al retrato pictórico. Se perfecciona el uso de la geometría espacial. La arquitectura vuelve al canon clásico grecorromano, se utilizan las columnas y las pilastras, además de los arcos de medio punto. El frontón griego vuelve a tomar importancia al igual que las cúpulas. Y al mismo tiempo, un nuevo hallazgo técnico: la perspectiva. Un elemento decisivo para el nuevo arte.  

Cinquecento corresponde al siglo XVI. El Renacimiento alcanza su máxima expresión y comienza una nueva etapa llamada manierismo, que convive junto a la tendencia clasicista. El centro de la producción del Cinquecento estuvo en Roma, donde se financiaron las obras más extraordinarias del período renacentista, como la Capilla Sixtina.

En literatura, con el Renacimiento aparece un nuevo género: el ensayo. Se practica la epopeya, el poema épico, el romance. Dentro de la narrativa en prosa destaca el cuento, la leyenda, la fábula, la novela en sus subgéneros: la picaresca, la de caballería, la pastoril… También florece el arte dramático. En lírica progresa la canción, el himno, la oda, la sátira... En música supuso la aparición de la polifonía, y apareció el motete, el romance, el villancico…, florecieron las danzas, la toccata, el preludio.

El estudio de la naturaleza trajo consigo la búsqueda de la verosimilitud. Se crean los talleres de artistas, dejando atrás los gremios medievales de artesanos. El arte se convierte en un objeto de distinción social. Y cobran gran interés las madonnas con el niño.

 

Pensamiento renacentista:

Son los hombres los que hacen la historia

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