Según donde hayas nacido así hablarás de frijol o
alubia blanca, de poroto o caraotas blancas, de haba o perla, de frisol o
habichuela, de Navy bean o frijol Yankee…, hay mil formas para llamarla. Es uno
de los alimentos más antiguos conocidos del hombre y ha formado parte
importante de la dieta humana desde tiempos remotos.
Planta originaria de América Central y América del Sur,
se dice que comenzó a cultivarse hacia el año 7000 a.C.
De floración anual, es un frijol blanco, seco, más pequeño que muchos otros y
tiene una forma ovalada, ligeramente aplanada y arriñonada. Puede ser de tipo
arbustivo o de enredadera.
Cuando Cristóbal Colón llegó al Nuevo Mundo
florecían diversas variedades de frijoles. Y eso trajo consigo que, a
principios del siglo XVII, los frijoles ya fueran populares en Europa, África y
Asia.
En Cuba, en las Islas Canarias, Andalucía…, se llama
habichuela a las vainas verdes de esta planta.
El
nombre "Navy bean" le viene porque la Armada de los Estados Unidos lo
tiene como menú principal, alimento básico para sus navegantes desde mediados
del siglo XIX. Otro nombre popular para el frijol durante la Segunda
Guerra Mundial, en Australia, fue el de "frijol Yankee", cuando fue
necesario encontrar un alimento económico y nutritivo para las tropas.
Ingredientes
Un bote de alubias blancas
cocidas
Un calabacín
Una cebolla morada
Un diente de ajo
Un tomate
Una cucharadita de pimentón
dulce
Perejil fresco picado
Aceite de oliva Virgen, sal
Preparación
Echamos aceite de oliva en
una sartén a fuego fuerte, cuando esté bien caliente añadimos las alubias
previamente enjuagadas y la freímos hasta que estén doradas. Las retiramos a un
plato con papel absorbente.
Cortamos el calabacín en
rodaja finas En la misma sartén pochamos la cebolla y el ajo picadito a fuego
lento hasta que estén transparentes.
Incorporamos el calabacín y
cocinamos hasta que esté tierno. Añadimos el tomate picado y el pimentón dulce
y cocinamos durante un par de minutos más.
Salpimentamos al gusto y
servimos poniendo como base las alubias encima el preparado de calabacín y lo
decoramos con perejil.
¡A comer!
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