Macho |
Los encuentras en calles,
parques, jardines, en cualquier lugar.
Ese gorrión común, tan confiado
ante la presencia humana, es el ave mejor adaptada al hábitat urbano, por eso
se dice que es sin duda el más humano de todos los pájaros.
Hembra |
A excepción de la Antártida,
se les encuentra en todos los continentes, debido a su introducción por la mano
del hombre. Pertenecen a un grupo que bien pudo haberse originado en el África
tropical y cuya existencia se remonta a diez o veinte millones de años atrás.
Generalmente no llegan a los
siete años de vida en libertad, en cautiverio algo más, unos trece años. Miden
menos de quince centímetros desde el pico hasta la punta de la cola, y el macho
suele ser algo más grande que la hembra. Su peso es de unos treinta gramos más
o menos, y son de color marrón grisáceo con cola y patas cortas, el pico grueso,
fuerte y cónico.
Son granívoras y se alimentan
en el suelo, donde caminan dando saltitos con mucha rapidez. También comen
pequeños insectos y los que viven en las ciudades son capaces de comer
prácticamente de todo en pequeñas cantidades, se les puede ver hostigándose
entre ellos para arrebatarse la comida.
A la hora de dormir se reúnen
en árboles y matorrales armando gran algarabía hasta que cada uno de ellos se
asienta en su lugar.
Al buscar
compañera el macho muy peripuesto, con sus ropas primaverales da saltos y hace
reverencias frente a la hembra que aunque es menos atractiva se hace de rogar,
primero castañetea enfadada para evitarle, poco a poco va tolerando su
presencia hasta que permite que la fecunde. Mientras, el pretendiente mantiene
las alas como un soldado en posición de firme y la cola extendida. Celebran sus
bodas en el mes de abril y se aparean formando parejas monógamas en cada
estación de reproducción.
Hacen
sus nidos -algo desaliñados- con hojas secas,
hierbas, plumas, pelo y restos de papel, en cualquier agujero que encuentran,
en las grietas de edificios, debajo de las tejas, en troncos de coníferas. Sacan
de dos a cuatro nidadas al año.
Tanto
el macho como la hembra se encargan de incubar los huevos, turnándose entre
ellos. A los diez días los polluelos rompen el cascarón y a los catorce días ya
están emplumados. Las crías son conocidas como gurriatos y las alimentan con insectos,
larvas de saltamontes, orugas…
Los gorriones son sedentarios,
gregarios, inteligentes, curiosos, vivarachos, se hacen querer, aunque en el
campo no se les aprecia mucho, pues sacan guisantes recién sembrados y devoran
frutos y flores.
Su vida está llena de peligros
-las bajas temperaturas,
el granizo, la nieve, los coches, gavilanes, gatos, ratas, perros- los hacen vulnerables.
Son el plato principal de los búhos suburbanos.
Nuestras ciudades serían muy
tristes sin esas desvergonzadas aves que invaden nuestras ventanas, nuestra
mesa para compartir nuestra merienda, si no estás ojo avizor. Todo ello sin que
nadie les invite. Es que se consideran los comensales del ser humano y en
cierta medida lo son.
Fuente: Wikipedia, la
enciclopedia libre
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