Es una crema muy popular. Parece que
tuvo su origen en el Antiguo Egipto. Me encanta y mi amiga Amira lo sabe. Es
ideal para cenar de picoteo y dura varios días en la nevera. Ayer vino a verme y
al ir a buscar un refresco, casi le dio un soponcio por la cantidad de
garbanzos cocidos que tenía en el frigorífico.
‒¿Cómo es que tienes tantos
garbanzos?
‒Es lo que sobró del cocido
madrileño de Almudena.
‒Tan exagerada como siempre.
Y ni corta ni perezosa se puso hacer
una de sus especialidades: el hummus, delicioso.
Mientras tanto llamé a Almudena, era
lo justo, al fin y al cabo, eran sus garbanzos. Estaba con su marido, sus hijos
y dos amigas, de compras, y de inmediato se animaron a venir. Amira se
entusiasmó con la idea. Le fascina cocinar por lo que llamó a su marido que
también se apuntó junto con los hijos. Total una docena a cenar.
He aquí su receta.
Ingredientes para cuatro personas:
- 400 gramos de garbanzos cocidos
- 2 dientes de ajo
- 3 cucharadas de tahini o pasta de sésamo (opcional)
- un pellizco de comino según el gusto
- el zumo de 1/2 limón aproximadamente
- unas 3 cucharadas de aceite de oliva
- sal y pimienta negra
Preparación:
Se mezclan los ingredientes en un
recipiente y se bate con la batidora hasta conseguir una textura cremosa y
homogénea.
Si se desea más cremoso se le puede
echar un poco de agua de la cocción o alguna leche vegetal.
Al servir se puede adornar con un
poco de pimentón dulce (o picante), semillas de sésamo y un chorrito de aceite
de oliva.
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