miércoles, 25 de enero de 2023

Antonio Moro (Utrecht c.1519-Amberes 1576)

 



Discípulo de Jan Van Scorel en Utrecht. En 1547 fue recibido como maestro en la guilda (corporación de mercaderes en la Baja Edad Media) de pintores de Amberes y luego trabajó en Bruselas, donde, gracias a su protector Antonio,  Perrenot de Granvela, fue presentado a Carlos V y a su hijo Felipe. Al servicio de la corona española realizó numerosos retratos de personajes reales.

Según Palomino, Moro fue amonestado secretamente y estuvo a punto de ser encarcelado por la inquisición española, probablemente por sospechas de protestantismo. Abandonó España en 1558, aunque siguió siendo en los Países Bajos, pintor de cámara de Felipe II.  En 1558-1559 y en 1564 está documentado en Utrecht, y a partir de 1568 residió en Amberes.

Realizó pinturas de asunto religioso, pero el grueso de su producción está constituido por retratos, especialidad en la que Moro fue uno de los más eminentes artistas del siglo XVI.  Quizá su obra maestra es el cuadro de María Tudor, está en el Museo del Prado, por ella recibió la paga correspondiente a una anualidad y el honor de ser nombrado caballero.

Su estilo es un compendio muy personal entre el renacimiento italiano y la tradición neerlandesa, con una objetividad de extraordinaria precisión y lucidez analítica. 

El influjo de Antonio Moro fue decisivo para la formulación del tipo de retrato cortesano español, que, después de ser cultivado por Alonso Sánchez Coello (discípulo de Moro), Pantoja de la Cruz, Bartolomé González…, había de tener su más excelso representante en Velázquez.

 

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