El Planeta Tierra |
Mi profesor es un rollo. Se
las da de ser muy guay pero luego te suspende. ¿Para qué necesitamos saber el
origen de la tierra si a nosotros lo que nos gusta es darle patadas a un balón?
‒¡Jonathan Fernández! Ponga
atención que luego haré preguntas.
‒Sí, profe. Estoy tomando
notas.
La Tierra es un
planeta de forma redondeada que no llega a ser una esfera perfecta. Gira
junto con otros planetas alrededor de una estrella: el Sol. El conjunto de los
planetas que giran alrededor del Sol, describiendo curvas casi circulares, constituye
el Sistema Solar.
‒Profe, ¿el Sistema Solar es
el apellido de los planetas y los satélites, algo así como los Pérez, los
García?
‒¡Jonathan Fernández! No
interrumpa la clase.
En el espacio existen
numerosos sistemas parecidos al Sistema Solar. De la misma manera que los
planetas describen órbitas alrededor del Sol, también los satélites giran
alrededor de los planetas. La Tierra tiene un satélite: la Luna.
El profesor siguió con su
disertación mientras los alumnos se enviaban mensajes por el móvil.
‒¡Jonathan Fernández! Podría
aclarar lo que acabo de decir.
‒¿Qué?
‒Le pido que me explique el
nacimiento de la Tierra.
‒¡Buah! Hace unos cuatro mil
seiscientos millones de años había un gran basurero de rocas que cansadas las
de abajo de recibir el peso de las de arriba comenzaron a calentarse. Y las
rocas dejaron de ser sólidas para ser líquidas. Con el tiempo la corteza se fue
endureciendo...
‒Se dice… solidificando.
‒Eso. Pero el calor las
volvía a fundir, hasta que una temperatura más fría que la puñeta permitió una
corteza terrestre estable y por otro lado, quedaba mucho líquido que no dejaba
de incordiar y entonces por encima de ese suelo comenzó a formarse una capa de
gases.
‒¿Entendéis lo que ha dicho
vuestro compañero?
‒Sí, profe, es más o menos lo
que usted nos ha explicado.
‒Más o menos. Continuemos…
Unos diez minutos más tarde.
‒¡Jonathan Fernández! Haga un
resumen de lo dicho.
‒Pero, profe, ¿por qué yo? Ya
he hablado antes.
‒Póngase de pie y comente lo
que acabo de decir.
‒Vale. La capa líquida, la
sólida y los gases comenzaron a coquetear entre sí, lo que les llevó a un
comportamiento violento. La líquida buscaba las grietas de la parte sólida para
colarse entre ellas, la sólida se dejaba querer aunque explotaba de vez en
cuando, mientras, el gas luchaba por encontrar su lugar. Cansados de tanto
trabajo los tres se sentaron a descansar. Entonces la parte sólida propuso
crear un «Todo» donde vivieran los tres y al que llamarían Planeta Tierra. La
parte sólida, tan retorcida ella, pidió llamarse Tierra, igual que el Planeta,
la líquida quiso responder al nombre de Agua y el gas eligió algo tan etéreo
como Aire, sin darse cuenta que Tierra era un nombre de mujer. Cuando los muy
tontos se cayeron del guindo, ya la Tierra había formado una serie de capas
concéntricas cada vez más densas, a medida que avanzaba hacia el interior. No
podían hacer nada, así que el aire se ocupó de la capa externa y la llamó
Atmósfera pero no sé quién la dividió en tres partes llamadas: Troposfera,
Estratosfera e Ionosfera.
‒Jaime Aguilera, ¿qué nos
puede decir de la troposfera?
‒Que allí el aire está en
contacto con la superficie de la tierra y es rico en…
Miró hacia todos los lados...
‒Nitrógeno, oxígeno,
anhídrido carbónico, vapor de agua, gases nobles ‒canturreó Laura, desde la
primera fila, mirando al profe como si fuera un dios.
‒¡Qué tía más tonta!
Se escucha todo. Se ruega
silencio.
‒Bueno, entonces ya sabe lo
rica que es la Atmósfera, profe.
‒La troposfera, tío ‒le
apuntó Jonathan‒ estás hablando de la troposfera.
Continúe, por favor.
‒La única pega de la
troposfera es que aquí el aire no puede estarse quieto. Y cuando se enfada con
la Tierra envía vientos, lluvias y nieves.
Jaime se rascó la cabeza y Jonathan
en voz muy baja, le recordó:
‒Te falta la estratosfera y
la ionosfera.
‒Gracias, tío.
‒La estratosfera está por
encima de la troposfera y allí la temperatura es uniforme, estable,
equilibrada…
‒¿Podría decirnos algo más de
la estratosfera?
‒Mmm… Sí, claro. En ella se
encuentra la capa de ozono que absorbe la mayoría de los rayos ultravioletas.
Esa con la que los telediarios nos dan el coñazo...
Se quedó en blanco. Un minuto
de silencio. Demetrio le dio un puntapié y le pidió que se diera prisa que
tenían que ahuecar el ala…
‒¡Jolín!, pues habla tú.
‒¿Qué sucede?
‒Nada profe. Que me falta
hablar de la ionosfera donde existe una gran tensión eléctrica y eso que es la
zona más alejada de la tierra, la que limita con el espacio. Y ya está.
‒¿Y de las otras capas que
nos puede decir?
Jonathan le pasó un papel.
‒¡Ah! sí, ya me acuerdo. La
segunda capa del Planeta tierra es la hidrosfera, donde están las aguas
superficiales como los mares, ríos y lagos y también las aguas subterráneas.
‒¿Y la tercera?
‒Jooo…
Se lo susurró Demetrio.
‒Te debo una, tío.
‒¿Qué me dice?
‒No. Nada. No era con usted.
‒Continúe, por favor.
‒La tercera es la Tierra y
para complicarnos la vida la llaman Geosfera y por si fuera poco, encima la
dividen en Litosfera y Barisfera. La primera es la corteza terrestre donde los
hombres hacen lo que les sale de las narices y el día menos pensado se la cargan.
También es el lecho rocoso de los océanos donde va a parar toda la basura, los
tesoros de los barcos hundidos… En cambio la segunda, la barisfera, es el
interior de la tierra y de esa no sabemos ni torta.
Se oyó el suspiro del
profesor. Y antes de poder emitir un juicio, se pusieron en pie, Jonathan,
Demetrio y Jaime.
‒Profe, una preguntita
¿podría decirnos la última alineación del Real Madrid?
‒No. No soy amante del
fútbol.
Desde entonces los tres
genios de la clase se dedicaron a enseñar al maestro. Un hombre tan culto no
podía ser el bufón de sus alumnos por ignorar algo tan grandioso como dar
patadas a un balón.
Y en junio el paciente
profesor aprobó con un ¡Goooooool!
© Marieta Alonso Más
¡Cuanto me ha gustado y cuanto se aprende Marieta!
ResponderEliminar¡Cuánto me alegra que te haya gustado! Un abrazo.
EliminarTambién me ha gustado mucho. Te felicito. Saludos cordiales.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Un abrazo.
EliminarSupremo el nene
ResponderEliminarNada hay como incentivar a niños y mayores.
EliminarMe apareció exlente pues me gustó mucho👋
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Un saludo
EliminarGrcias
ResponderEliminarGracias a usted por leernos. Un saludo afectuoso
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