Templo de las Inscripciones Palenque |
La
exuberancia de la vegetación tropical da a Palenque un sello particular; ella
fue quien mantuvo durante siglos el anonimato de este enclave maya.
Los
edificios distribuidos alrededor de plazas y por lo regular asentados sobre
basamentos escalonados y plataformas, se pueden hoy admirar, libres ya de su
prisión vegetal; aunque de momento, solo un diez por ciento de la superficie
total, que alcanzó la ciudad, ha salido a la luz.
Parque
Nacional desde 1981, fue declarado seis años más tarde Patrimonio de la
Humanidad.
El
año 292 de la era cristiana marca el inicio de la época dorada de la
civilización maya, el llamado período clásico, que se prolongaría hasta el
siglo X. Se trata de la fecha en que fue tallada en Tikal la primera estela
conocida.
El
mundo maya fue un mosaico de ciudades-estado que ejercían su dominio sobre
territorios más o menos extensos. Una de estas ciudades fue Palenque.
Situada
en el valle del bajo Usumacinta, en el estado mexicano de Chiapas, fue fundada
entre los siglos III y V, conociendo su apogeo durante el Clásico Tardío, entre
los años 500 y 700. A finales del siglo X fue abandonada, como la mayor parte
de los centros ceremoniales del bajo Yucatán, por razones que aún se
desconocen.
La
primera visita de un europeo a Palenque fue la de fray Pedro Lorenzo de la Nada
en 1567. En aquel entonces la región era conocida como Otolum, por el pueblo
Chol, que significa Tierra de Casas
Fuertes, con lo cual, el fraile la llamó Palenc que en catalán quiere decir “fortificación”.
En
la Gran Plaza está El Palacio y El Templo de las Inscripciones.
Torre del Palacio Palenque |
La
existencia de una torre que corona el Palacio, caso único en todo el arte maya
y el sepulcro encontrado bajo la pirámide del Templo de las Inscripciones, son
los rasgos más sobresalientes de este conjunto. Se le llama Palacio al edificio
de mayor tamaño y probablemente el más importante de la ciudad. Construido a lo
largo de varias épocas, sobre una inmensa plataforma en forma de pirámide
truncada y organizado en torno de cuatro patios. Tiene planta cuadrada y tres
pisos abovedados, unidos por dos tramos rectos de escalera. Las habitaciones del
Palacio, distribuidas alrededor de patios interiores, el edificio conocido como
La Torre; las jambas y frisos decorados con figuras estucadas; las escalinatas
con jeroglíficos, las tumbas, etc., son otros tantos aspectos que contribuyen
al encanto de esta zona arqueológica.
Frente
al Palacio una pirámide de nueve pisos, el Templo de las Inscripciones. En
1949, Alberto Ruz Lhuillier comenzó a excavar este Templo y descubrió en su
interior la tumba de Pacal (Escudo del Sol), el más importante señor de la
villa que reinó desde el 615 hasta 683. Es un sarcófago de piedra y una gran
lápida bellamente trabajada. A él y a su sucesor Chan-Bahlum (Serpiente Jaguar),
que reinaron en el siglo VII de nuestra era, se deben la mayor parte de los
monumentos que hoy podemos admirar.
Losa esculpida Forma parte del grupo escultórico "Los nueve dioses de la noche" |
Chan Bahlum |
Máscara en jade de Pacal Museo de Antropología e Historia México, D.F. |
Al
otro lado del Arroyo Otolum, que atraviesa la ciudad, se encuentran los templos
de La Cruz, del Sol y de la Cruz Enramada; en torno a una pequeña plaza
rectangular, cada templo consta de un vestíbulo y una habitación interior
decorada con estucos.
Templo del Sol Palenque |
Templo del Conde Palenque |
Hacia el norte pueden verse los templos de El Conde, del Bello Relieve y otros.
También
debemos admirar el Acueducto y los puentes sobre el río Otolum, ya que éstos nos
hablan de las labores hidráulicas realizadas por los Palencanos.
Acueducto Palenque |
El
estilo arquitectónico de Palenque se caracteriza por sus templos semejantes a
chozas mayas, asentados sobre basamentos escalonados, con dos crujías y alta
crestería sobre la parte media del techo; destacándose las bellas lápidas en
bajorrelieve, adosadas a la pared posterior de los santuarios.
En
el Museo local se exhiben estucos, lápidas en bajorrelieve y otras
manifestaciones artísticas de este grupo maya que floreció durante el horizonte
clásico.
El
proceso de desciframiento de los jeroglíficos mayas permite leer en ellos
nombres y fechas, por lo que cabe esperar que dentro de unos años puedan
contarnos la historia íntegra del pueblo de los mil enigmas.
Fuentes:
Piña Chan, Román: Ciudades Arqueológicas de México. Instituto Nacional de
Antropología e Historia. México, 1963
Patrimonio de la Humanidad. América del Norte y Caribe,
nº 7. Planeta
La fascinante y enigmática cultura maya
ResponderEliminarSí que lo es. No te cansas de aprender sobre ellos.
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