David Michelangelo Buonarroti |
Mi
hermano no me quiere. Tiene dieciséis años y toda la familia está pendientes de
él. Ayer sin ir más lejos tuvimos que ir a buscarle a las doce de la noche.
Es muy joven para estar de botellón, oí decir a mi padre. Regresamos tardísimo.
Es muy joven para estar de botellón, oí decir a mi padre. Regresamos tardísimo.
Y
esas no son horas para que un niño como yo esté por la calle.
Mi
hermano antes se duchaba conmigo pero, ya no; antes jugábamos mucho pero, ya
no. Desde que le huelen los pies, desde que tiene pelos en el sobaquillo y en… “vello
púbico”, le llama mi abuela; desde que lo comenté con mi maestra, con mis
amigos, con el portero, con la chica que dice que es su novia aunque ella no lo
sabe… me odia.
Le
pregunté: ¿Por qué?
-Por bocazas -me contestó.
-Por bocazas -me contestó.
© Marieta
Alonso Más
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