Vicuña en las faldas del Chimborazo en Ecuador |
Es voz
quechua.
Son
animales silvestres, los camélidos más pequeños, pesan entre cuarenta y
cincuenta kilogramos, tienen una longitud de unos ochenta centímetros, de color amarillento, rojizo
oscuro en el dorso y blanco en el vientre, orejas largas y cola corta. La
vicuña se caracteriza por ciertas particularidades craneales y en especial por
tener la raíz de los incisivos inferiores permanentemente abierta.
Sus
patas son largas y delgadas terminadas en almohadillas, aptas para caminar
sobre varios tipos de suelo. Son herbívoros y viven en manadas de unas veinte hembras
dirigidas por un macho. Tras unos diez u once meses de gestación dan a luz una
cría, rara vez dos. Los machos jóvenes
son expulsados del rebaño. Al llegar a la edad adulta, los machos sostienen
luchas, por las que los vencedores capturan un rebaño de hembras.
Se
hallan en estado salvaje en los Andes, entre los tres mil quinientos y los
cinco mil quinientos metros de altitud, aunque se han encontrado restos de otras
épocas en la provincia de Buenos Aires.
Su
denso pelaje está formado por fibras delgadas que crecen muy juntas, con el
objeto de protegerle del frío, de la lluvia y del viento. De su pelaje se
obtienen fibras muy apreciadas. La fibra
de su lana está entre las más finas del mundo, midiendo quince micrones de
diámetro. Su carne es comestible. Se
calcula que antes de la conquista su población pudo ser de tres millones de
cabezas. Su caza sin límite las puso en peligro de extinción. En la actualidad
es una especie protegida aunque está clasificada como de bajo riesgo pero
dependiente de conservación.
Cuenta
la leyenda… que hubo una vez un hermoso camélido que estaba contemplando el paisaje
desde un cerro, cuando oyó acercarse a un cazador que se dedicaba a matar todo
tipo de animales, y solo le faltaba la vicuña para completar su colección.
Se miraron a los ojos y asustado el pobre animal corrió y se escondió en una cueva. El cazador la siguió con calma viendo dónde se adentraba, al llegar al umbral de aquella tenebrosa guarida, no se atrevió a traspasar la oscuridad, se quedó de pie en la embocadura y levantando el arma, apunta y dispara. ¡Pobre e indefensa vicuña! El tiro la encontró expectante, cae y gritando de dolor, muere.
Se
dice… que por las noches se escucha el sonido del disparo y los gritos de la
vicuña.
Vicuña en el sur del Perú, región de Arequipa |
Fuentes: Enciclopedia
Larousse. Wikipedia, la enciclopedia libre. La Leyenda está inspirada en la escrita por David Jesús Guiñez Robles, 5º año C. Escuela España. Los Andes. Publicada en:
Bibliotecas Cra de los Andes.
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