Torre de San Nicolás de los Servitas |
A un paso de la calle Mayor, un rincón
entre las calles del Biombo y San Nicolás y en él, la iglesia de San Nicolás de
los Servitas, edificada en el siglo XII, con su primitiva torre mudéjar
coronada en el XVIII con el clásico chapitel barroco, preservada y cuidada por
los Hermanos Servitas, conservando en su interior un “bajorrelieve” de San
Pelegrino Laciosi, fraile servita, con una antigua inscripción que lo acredita:
«Protector
de las enfermedades de piel, huesos y cáncer».
Que yo sepa, único santo
que protege esta enfermedad y tiene imagen y veneración en Madrid. Y, en un
altar, una preciosa representación de San Antonio, “el guindero”, que debe este
apelativo a una emotiva y antigua leyenda:
De
buena mañana, el hortelano Juan subía contento y satisfecho la Cuesta de la
Vega, camino de la Plaza de la Cebada, con su burro bien cargado de rojas y
lustrosas guindas, cuando el animal, sin duda cansado, se para en mitad de la
Cuesta y ni arres ni palos le hacen andar, al contrario, saltos y coces hacen
que los serones vuelquen y las jugosas guindas caigan al suelo rebozándose en
el barro del camino.
El
pobre Juan, gimiendo, dice:
−Que
ruina, que desgracia, San Antonio bendito, que voy a hacer.
Un joven franciscano se para a su lado y le
pregunta, ¿Qué te pasa buen hombre? a lo que contesta, no lo ve, todas mis
guindas tiradas por el suelo y bien sucias. El fraile, sonríe y rápidamente
recoge la fruta y según la echa en los serones, tan roja y fresca como al
principio. El hortelano, asombrado, sin podérselo creer, apenas balbucea: «gracias,
gracias hermano, ¿cómo puedo agradecérselo?» Y el frailuco contesta: «pues
cuando acabes la venta, me llevas unas pocas a la iglesia de San Nicolás, allí
estaré».
Vendidas a buen precio,
todas las guindas, Juan, sudoroso y alegre, llega al templo, el fraile no
estaba y piensa que lo esperará rezando, entra en una capilla, se pone de
rodillas y alza los ojos a la imagen del altar, San Antonio, y exclama: ¡Dios mío,
pero si es el fraile que me ha ayudado!
Pronto recorrió por todo
Madrid el milagro, la devoción aumentó tanto, que hasta se fundó la agrupación
de SAN ANTONIO, DE LOS GUINDEROS, formada, principalmente, por devotos
agricultores.
Y el San Antonio de San
Nicolás de los Servitas, sigue siendo “el Guindero” para sus devotos, que no
son pocos.
Los guinderos son los seguidores de San Antonio en Madrid |
© Isabel Martínez
Cemillán.
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