lunes, 29 de agosto de 2016

Rubén Darío: Lo fatal

Catedral Basílica de La Asunción, en la ciudad de León.
Los restos de Rubén Darío están enterrados aquí.


Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...



Al leer se apodera de nosotros una poderosa corriente de reflexión existencial sobre el sentido de la vida. 

Príncipe de las letras castellanas, así es llamado Rubén Darío.

Por ser el poeta, un genio lírico hispanoamericano de resonancia universal, un maestro del ritmo, la imagen y la armonía. 

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