jueves, 9 de agosto de 2018

La cocina a mi alcance: Crema y sopa de cacahuete







Este fruto seco conocido como cacahuete, maní (nombre taíno), inchik (nombre quechua de la semilla), es un híbrido de dos especies silvestres que se originó por la migración humana y por la polinización natural de insectos, hace unos 9400 años. El lugar de cultivo más antiguo del continente se ha descubierto en Cajamarca, Perú. Muy apreciado en todos los pueblos que se asentaron en las faldas de los Andes, llegó a México, en donde se le llamó tlacáhuatl, que en lengua náhuatl significa «cacao de la tierra». Su contenido en aceite y proteínas lo hizo muy apreciado en la cocina mexicana, que lo emplearon en muchas salsas picantes conocidas como moles.

A diferencia de las almendras, nueces y avellanas, no crece en los árboles, lo hace bajo tierra. Se siembra a finales de primavera y se recolecta a finales de otoño. Al ser transportado por navegantes portugueses y españoles el cacahuete fue acogido en África con gran entusiasmo, por lo que arraigó en el área subsahariana. Hoy junto con otros productos también originarios de América, como el maíz, el tomate, los pimientos y la patata se ha convertido en un ingrediente indispensable en la cocina africana.

A Oriente también llegó de la mano de los portugueses y españoles que lo introdujeron en la India y en Filipinas. En 1538 era conocido en China, apenas cincuenta años después del descubrimiento de América.

En Cuba es un alimento popular y lo venden los maniseros en cucuruchos de maní, popularizados por la canción de Moisés Simons «El manisero».

No solo en snack se come el cacahuete. Me han hecho prometer que voy a probar la sopa de maní boliviana, la carapulcra de Perú, el corviche de Ecuador, el mole poblano de México y muchas más recetas, teniendo en cuenta que investigaciones recientes demuestran que el cacahuete y los productos elaborados con éste, cada vez tienen mayor relevancia en la ciencia médica por sus componentes y propiedades benéficas para la salud.


Crema de cacahuete muy fácil:

450 gramos de maní tostados (tres tazas), sin piel, en la batidora dos minutos y ya está. Guardarla en un recipiente de vidrio bien cerrado y a la nevera. Si se quiere un sabor más dulce se puede añadir pequeñas cantidades de azúcar o miel.


Sopa de cacahuete a la manera de mi amiga Claudia que tampoco le gusta pasar trabajo en la cocina:

2 tazas de leche evaporada
¼ taza de vino de jerez seco

3 tazas de agua
1 cucharada de azúcar
1 ½ taza de cacahuetes tostados o de la crema de cacahuete si te has atrevido a hacerla. Yo la compré.
Sal

Poner los últimos cuatro ingredientes en una olla a fuego medio durante quince minutos. Añade el jerez y la leche evaporada, prueba y agrega algo de sal si le hace falta. Un último hervor y apagar. Lista para servir.




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