jueves, 11 de mayo de 2023

George Stubbs (Liverpool, 1724 – Londres, 1806)

 


 


El pintor autodidacta George Stubbs era hijo de un curtidor. No quiso seguir el oficio de su padre. Fue durante algún tiempo aprendiz de un pintor y grabador llamado Hamlet Winstanley, al que ayudaba a copiar las obras de los grandes pintores. Pronto regañó con su maestro. Eso de copiar no iba con él. Y siguió el dictado de Leonardo Da Vinci: «Si quieres progresar… estudia la naturaleza, y que ella sea tu maestra».

No tardó en ser un buen pintor, y le encargaban muchos cuadros cuando aún no había cumplido los veinte años. Mostraba pasión por la anatomía. Su trabajo más famoso es probablemente Whistlejacket, una pintura de un caballo encabritado que se encuentra en la National Gallery de Londres.

Produjo un amplio abanico de cuadros de caballos en grupos o individualmente. Sus series de yeguas con sus crías son quizá sus mejores obras. Pintó también otros animales exóticos, como leones, tigres, jirafas, monos y rinocerontes, que pudo observar en reservas privadas, hasta dibujó el primer canguro que se vio en Inglaterra, traído por el capitán Cook de su viaje a Australia.

Empezó a interesarse en el tema de un caballo salvaje amenazado por un león, y pintó muchas variaciones de este tema. También pintó retratos de perros aislados por primera vez, lo que le procuró numerosos encargos.

Sus escenas campestres tienen una grave serenidad y empaque, un aire de misteriosa paz, con personas vivas a las que pintó con gran agudeza. Stubbs podía analizar los caracteres humanos con tanta seguridad como diseccionaba las formas de animales.

En la época culminante de su carrera, recibía más por un cuadro que Reynolds o Gainsborough. Siguió pintando activamente hasta una avanzada edad.

Cabe la posibilidad de que la Madre Naturaleza se pregunte con intención maliciosa qué obras son de Stubbs y cuáles de ella.

 

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