Dos personas que se conocen de
largo, dos caminos que se separaron y ahora vuelven a encontrarse y a
redescubrirse con otra mirada.
Dos padres que añoran a su hija,
que comienzan a echarla de menos cuando ella ya no está. Dejadez, desgana,
pereza. Pero hoy ya no son los mismos, y con sus miedos, sus angustias, su
cansancio, y sus manías, ahora ya están preparados para reencontrarse con ella
y reconciliarse con ellos mismos.
Cambiamos continuamente, cada día,
cada minuto y cada segundo de nuestras vidas. Las personas que conocemos, con
las que convivimos, las que nos quieren. Las circunstancias en las que
crecemos, maduramos, envejecemos. Cada situación nueva en nuestra vida. Todo
deja poso en nosotros y todo aporta su grano para que cada uno de los días de
nuestra vida tenga algo distinto, aunque parezca igual.
Merece la pena tenerlo en cuenta y
la lectura de este libro me lo ha recordado.
© Julia de Castro
Mi verano en libros
Agosto 2019
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