Exposición en el Museo
Thyssen-Bornemisza de Madrid
Tiara de Victoria Eugenia de Battenberg |
Un conjunto de más de
cuatrocientas piezas realmente maravilloso. Cada cual más bella.
Collar del Maharajá de Patiala |
Louis-Francois Cartier
(1819-1904), tras su paso por el taller de joyería de Adolphe Picard, crea su
propia firma en 1847, a la que pronto acude una clientela elegante que sabe
apreciar las joyas de inspiración antigua y clásica. Emperatrices, reinas,
princesas llegan a ser clientas habituales. Alfred Cartier, el hijo de
Louis-Francois se hace cargo del negocio en 1874. Para evitar la oxidación de
la plata, Cartier comienza a usar el platino que por su maleabilidad y
resistencia permiten realizar florituras que parecen encajes. Alfred tuvo tres
hijos: Louis, Pierre y Jacques que pronto se asociaron a su padre y fueron los
artífices de dar a conocer la marca Cartier a nivel mundial. Las combinaciones
de colores mezclando turquesa, lapislázuli, jade, piedras preciosas como los
zafiros y las esmeraldas hicieron su aparición. El ónix sería una de las piedras
favoritas de Cartier, junto con el cristal de roca pulido.
El estilo creado por
Cartier se conocería como Art Decó en referencia a la Exposición Internacional
de Artes Decorativas e Industriales Modernas de 1925 en París. Los diseños
planos y lisos se fueron desarrollando hasta que aparecieron las joyas
tridimensionales.
A Louis y Jacques
Cartier les fascinaban las culturas exóticas, el arte islámico, el egipcio,
chino e hindú, que sirvieron de inspiración para sus diseños.
En 1933, Louis nombra a
Jeanne Toussaint (1887-1978) directora del departamento de Alta Joyería de
Cartier, hasta los años sesenta. Fue un acierto. Su éxito fue indiscutible
gracias a su inteligencia y creatividad.
Joyas de Wallis Simpson, duquesa de Windsor |
El control de la familiar Cartier en esta
corporación finalizó en 1964.
No hay comentarios:
Publicar un comentario