sábado, 9 de marzo de 2013

Paseos por Madrid: Iglesia San Nicolás de los Servitas

San Nicolás de los Servitas

Es esta la Iglesia más antigua que queda en Madrid como arquitectura cristiana. Solo la muralla árabe del siglo IX, en la Cuesta de la Vega, la supera en antigüedad. Aparece citada en el Fuero de Madrid de 1202.

Se llamó San Nicolás de Bari, su nombre actual es Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores. Los madrileños la llaman San Nicolás de los Servitas, ya que fue encomendada desde principios del siglo XIX, a una orden religiosa de poca extensión en España y de nacimiento italiano, la de los Servitas. Estos fueron mercaderes en la Florencia del siglo XIV. Se llamaban Bonfilio, Bartolomé, Juan, Benito, Gerardino, Ricovero y Alejo. Se retiraron del mundo para llevar vida eremítica en el monte Senario, al servicio de la Virgen. Allí fundaron la Orden de los Siervos de María (Servitas).   

Aquí se bautizó el poeta Alonso de Ercilla, autor de “La Araucana” y fue enterrado Juan de Herrera, el arquitecto de El Escorial.

No se mantiene completa en su estructura primitiva pero es la iglesia madrileña que aún mantiene mayor número de elementos medievales. Las sucesivas restauraciones a lo largo de los siglos han condicionado su fisonomía actual.

Cronología:
Torre, siglo XII
Iglesia, siglo XV
Naves, siglo XVII
Capillas, siglo XVII
Portada, siglo XVIII
Torre románico mudéjar

A nivel arquitectónico lo más importante es, sin duda, su torre, situada al sur del conjunto parroquial, que data del siglo XII, excepto el típico chapitel de estilo herreriano que la remata, realizado en el siglo XVIII. Es un magnífico campanario de arte románico mudéjar, no muy posterior a la entrada de los cristianos en la medina musulmana, hacia el año 1085. Es una torre esbelta, de módulo cúbico, planta cuadrada que está construida con ladrillo muy cocido y decorada con arquerías ciegas. Son doce arquerías, tres por cada cara de la torre y con dibujos diferentes según se asciende en altura. Solo visible desde el interior, la torre conserva una ventanita compuesta por una ranura vertical de aspillera dentro de un arco ciego de herradura, enmarcado por el alfiz o arrabá, que serviría para dar luz al arranque de la escalera.

La torre fue declarada monumento nacional en 1931, favor del que hoy goza todo el conjunto.

Me dicen, me comentan, me escriben, que también es conocida como San Nicolás del Biombo por los madrileños, debido a la multitud de ángulos y recovecos que tenía la antigua cerca. 



Fuentes:
. Corral, José del: Curiosidades de Madrid. El País Aguilar.
. Hidalgo Monteagudo, Ramón: Iglesias antiguas madrileñas. Edic. La Librería   
. Martín Fernández, Carmen: Madrileña de pura cepa.

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