Una de las acepciones
de la palabra discusión es la mera discusión intelectual, no necesariamente
violenta.
Pero la expresión “discusiones
bizantinas” o “argumento bizantino” designa a todo tipo de discusiones largas
que enzarzan a sus participantes en largas diatribas sin sentido para el común
de las personas. No se resuelven jamás. Son discusiones baldías o demasiado sutiles.
Tiene su origen en los
interminables debates que mantenían los griegos del Bajo Imperio sobre el sexo
de los ángeles. Eran disputas religiosas. Hasta los ciudadanos del Imperio se
habían convertidos en teólogos aficionados.
Cualquier disputa podía degenerar
en una acalorada discusión sobre la Trinidad o la naturaleza del Padre y del
Hijo. Por ello se emitió un edicto imperial conocido como el “Tipo de Constante”
en el año 648, que hizo ilegal estas discusiones. No se consiguió extirpar el
virus de la discusión bizantina.
Una leyenda popular,
seguramente exagerada, dice que cuando los turcos entraron en Constantinopla e
irrumpieron en el palacio imperial, encontraron al emperador, su círculo
familiar, teólogos y eruditos,
discutiendo sobre cuestiones angelicales, en lugar de dar prioridad a
pensar en cómo defenderse de los enemigos. Al parecer ni se inmutaron, mientras
el enemigo le arrebataba todo lo suyo y ocupaban la ciudad.
Es por ello por lo que
la expresión “discusión bizantina” se utiliza hoy para ridiculizar las discusiones
intrascendentes y ociosas de las personas que no tienen en cuenta los
problemas reales y acuciantes.
Fuentes:
Suplemento de Muy interesante. El
libro de los Dichos, El pequeño Larousse Ilustrado
1996,
Wikipedia, La enciclopedia libre
Me encanta Marieta. No sabía de dónde procedía la expresión.
ResponderEliminarGracias por tu Visto Bueno. No te acostarás sin saber algo más.¡Seguiré con esta sección!
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