La cocina a mi alcance... Flan casero de mi madre

Manuscrito de De re coquinaria de Apicius.
Imperio Romano. Siglo I.
Reinado de Tiberio

No me gusta cocinar. A veces abro una lata de sardinas y corto una rebanada de pan y sin sacarlas de la lata, para no ensuciar plato, me alimento. Esto una madre de familia jamás deberá hacerlo. Yo sí. Las mujeres de mi familia han sido cocineras de alcurnia. Ni por asomo se me ocurriría emularlas. Debo respetar su memoria. La cocina es sagrada.

Como las puertas de mi casa siempre están abiertas, amigos y familiares se presentan por el simple hecho de aquí estoy porque llegué. Y en vez de traer comida que, conociéndome, sería lo justo, lo que traen son recetas. Nunca he tomado ese delicado detalle como una insinuación y me ofrezco a fregar si ellos las hacen. Y aceptan. 

Yo les devuelvo el detalle publicando en mi blog sus recetas.

Exquisito y fácil de hacer. No se asusten por la cantidad de calorías. De vez en cuando hay que darse un homenaje. Una amiga que es inmensa de altura, anchura y bondad dice que a ella no le importa estar gorda porque cuando se muera a los tres días, flaquita, flaquita.

Si lo presentas acompañado de una bola de helado (el sabor que más te guste), de nata, de dulce de leche, es el no va más. 

Ingredientes:

1 lata de leche condensada

1 lata de leche evaporada

4 huevos

1 cucharadita de vainilla

Todo esto hay que unirlo con lo que tengas a mano. Eso sí bien unido que no haya grumos.

Caramelo líquido

Echas éste último ingrediente en el molde y a ritmo de salsa haz que el caramelo acaricie el recipiente. Sin un resquicio vacío echas la amalgama preparada con anterioridad en el molde caramelizado.

Ahora tienes dos opciones: al baño de María en un horno a doscientos grados centígrados o en la olla de presión, que serían seis minutos después de la primera pitada. Si has llegado hasta aquí sin ningún percance, sacas el molde y comprueba si tu flan está hecho, introduciendo una aguja de tejer, un palillo o lo que quieras. El instrumento utilizado debe salir limpio, seco.