Esta, que os presento hoy, es una novela llena de magia y de leyenda. Recuerda a una de esas historias que se cuentan alrededor del fuego en las noches de invierno, encajadas en el profundo imaginario de nuestras aldeas y nuestros pueblos. Cada uno tiene la suya y se trasmite de padres a hijos por generaciones.
El escenario es un pueblo pesquero vasco. La época, recién estrenado el siglo XX. Los protagonistas, dos familias muy distintas, una de pescadores viviendo de cara al mar y la otra que, entre misterios y oscuridad, regenta una funeraria. Un naufragio, la aparición de una mujer casi trasparente y las desapariciones de mujeres jóvenes durante años y la intriga está servida.
Si algo tiene esta novela es una gran riqueza en las descripciones de ese espectacular entorno que es el pueblo de Ea en Vizcaya, en el que se inspira su autora para el desarrollo de la trama. Bellísimos paisajes y un mar indómito y salvaje que guarda secretos y se lleva vidas. El cuadro se completa con el miedo y los misterios que guardan sus habitantes que llevan viviendo en la oscuridad desde que empezaron las desapariciones de sus hijas.
Una vez más, la autora opta por dar preponderancia a las figuras femeninas de esta narración, tanto a las humanas como a las mágicas, lamias, sirenas… Sin olvidar a los hermanos Morgan, Ulises y Dylan. Mujeres que derrochan fuerza, valentía y belleza casi sobrenatural, mientras sobreviven entre miedos, deseos insatisfechos y frustraciones en un mundo en el que intentar salir de los límites socialmente marcados se paga caro.
En definitiva, permitirse bucear en la fascinación que producen las leyendas de nuestro pasado es un buen plan para este otoño.
© Julia de Castro
Mi otoño en Libros 2022
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