Acabo de terminar de releer «Eva Luna» de Isabel Allende. Más de 30 años
después de la primera vez que cayó en mis manos, vuelve a emocionarme la
historia de la niña que tenía que tener suerte en la vida porque nació de pie.
Fue llamada Eva para que tuviera ganas de vivir y se apellidó Luna porque su
padre pertenecía a la tribu de los hijos la luna.
Solo Isabel Allende puede ofrecer una historia llena de fantasía e
imaginación y hacernos sentir que lo que sus personajes sienten y viven, es tan
común y cotidiano, como cualquiera de las miles de historias que vivimos
diariamente.
Consuelo, la madre, fruto de la selva y de las estrechas enseñanzas de una
misión entre la vegetación y la espesura por todo bagaje, trabajo duro e
ignorancia. El padre, un indio de ojos amarillos que la engendró entre los
estertores de una muerte casi segura. El profesor Jones, sabio despistado entre
sus frascos y papelillos, experimentando con embalsamamientos en su propia
casa. Riad Halabí, el emigrante libanés con un corazón tan grande como su
vergüenza por el defecto que le desfigura el rostro. La madrina, ese mulata
extraña y exuberante, que poco a poco va demenciándose con los años y la vida.
Mimí, la mujer que vive en un cuerpo de hombre. Huberto Naranjo, criado en la
calle y convertido inexorablemente en guerrillero. Rolf Carlé, periodista que
huyendo de la barbarie de la guerra en Europa, aterriza en un mundo tan
diferente del suyo que parece de otro planeta.
Tantos y tantos personajes diferentes que comparten algún momento de la
historia de Eva Luna con el trasfondo de dictaduras y democracias cojas,
políticos corruptos y militares torturadores. Comedia y drama tan sutilmente entrelazados
como en la propia realidad.
Reconozco que tengo debilidad por las historias que cuenta Isabel Allende y
me chifla perderme entre las páginas de las historias de esta autora. Sus
libros nunca andan muy lejos, ni se guardan muy escondidos en casa. Para mí, es
un auténtico placer, releerlos una y cien veces.
© Julia de
Castro
Mi verano en
Libros 2019
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