A pesar de la vida ajetreada en la que nos
vemos inmersos en la actualizad, somos muchos los que disfrutamos de una buena
lectura. Sin
embargo, no todos los lectores somos iguales y cada uno de nosotros nos dejamos
seducir por elementos diferentes a la hora de considerar una buena lectura como
tal.
La trama, por ejemplo, es un indispensable
para muchos de los amantes de los libros. Les gusta ser sorprendidos, los giros
o los acontecimientos inesperados. El argumento de una obra literaria es un
elemento muy importante de la misma, marca el ritmo y debe ser tenido muy
en cuenta a la hora de escribir un libro.
Hay que dejar claro, por otro lado, que existen amantes de libros y amantes de letras. Ambas cosas pueden ir unidas en muchos casos, pero no tienen por qué hacerlo siempre. Los primeros pueden decantarse en sus amores literarios por otros asuntos diferentes al estilo del autor o autora de la obra. Pero los segundos buscan algo más que una buena historia, andan a la caza de la artesanía de las palabras, la belleza del «cómo se dice» más allá del «qué se dice». Son igual de respetables que los que adoran las tramas.
También existen, entre los que me gusta
siempre integrarme aunque en mis reseñas analice del mejor modo que sé los tres
elementos, los «lectores de personajes». Estos quieren que los que
aparecen en los libros sean reales, que les hagan sentir algún tipo de
emoción, que se identifiquen con ellos.
Conseguir que los lectores se queden prendados
(para bien o para mal) de un personaje es toda una muestra de talento. Lo mismo
que crear una trama que te deje atrapado o utilizar las palabras de una manera
tan sublime que llegue a considerarse una obra de arte.
Soy de las que creen, y nunca mejor dicho, que
un libro tiene muchas lecturas y que debemos quedarnos con aquella que nos haga
felices.
¿Qué es lo que os hace a vosotros felices como
lectores, qué elementos debe tener un libro para no dejarlo escapar?
© MJ Pérez
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