Patrimonio de la Humanidad
1997.
El símbolo de la costa
Amalfitana es un zorro pescando, una prueba de la relación que en ella existe
entre el mar y la montaña.
Amalfi
Se encuentra en la boca de una
profunda garganta al pie del Monte Cerreto, de 1315 m de altura,
rodeada por acantilados.
La fundación de Amalfi se
remonta al siglo IV a.C., pero la primera referencia escrita sobre Amalfi data
del año 596 en la que se habla de una villa fortificada que tenía el estatus de
sede episcopal. En el año 839 la región declaró su independencia. Fue una
potencia marítima y comercial desde el siglo IX hasta finales del siglo XI.
intercambiando su grano, sal, esclavos e incluso madera traídos desde el
interior de Italia, a cambio de dinares de oro de Egipto y Siria, que
usaba para comprar sedas al Imperio bizantino que luego
eran revendidas en Occidente. Los mercaderes de Amalfi ya
empleaban monedas de oro para comprar tierras en el siglo IX,
mientras la mayoría de Italia todavía funcionaba a base de trueque.
Los núcleos urbanos que se
construyeron tenían las casas muy juntas, gravitando sobre las escarpadas
colinas unidas por callejuelas y escaleras que recuerdan los zocos árabes. Una
original arquitectura nació en Amalfi y se desarrolló con el nombre de estilo
«árabe normando».
La Catedral románica. su
Claustro del Paraíso. Su Cripta, donde se encuentran las reliquias de san
Andrés apóstol, hermano de Simón Pedro, merecen una visita.
Durante el dominio español se
creó el ducado de Amalfi que todavía es un título nobiliario español,
con Grandeza de España, otorgado por primera vez por el rey Felipe IV
a Octavio Piccolomini de Aragón el 13 de noviembre de 1642,
desde Nápoles.
Positano
Parte integrante de la antigua
República Amalfitana, una de las más pujantes durante la Alta Edad Media,
su activo puerto entró en decadencia como consecuencia de la desaparición de la
república debido a las incursiones de Roger II de Sicilia y los pisanos.
La suerte del pueblo comenzó
a cambiar en los años cincuenta del siglo XX, gracias al turismo. Entre sus
productos destacan la moda, la cerámica, el limoncello…
Uno de los más ilustres
visitantes del pueblo, el novelista estadounidense John
Steinbeck contribuyó a dar a conocer el atractivo del pueblo con su
artículo de mayo de 1953 en el Harper’s Bazaar:
«Positano te marca. Es un
lugar de ensueño que no parece real mientras se está allí, pero que se hace
real en la nostalgia cuando te has ido».
Os
encantará
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