Amarse
a sí mismo es el comienzo
de
una larga historia de amor
Oscar
Wilde
¡No me gusta dormir sola! Así que me he casado cuatro veces. La
última con un solterón de cincuenta años. Yo tengo sesenta, pero para mí la
edad nunca ha sido un problema. Por muy joven que sea un hombre siempre su
espíritu es más viejo que el mío.
Mi primer matrimonio fue muy convencional. Él no tenía
necesidad de trabajar y yo disfrutaba de su situación económica. Todo iba de
maravilla hasta que se le ocurrió morirse. De repente. No puedo explicarme cómo
pudo ser tan egoísta. Irse sin que tuviera tiempo para prepararme dice lo
desconsiderado que fue. Juré que nunca más volvería a dormirme en los laureles.
No tardé mucho en repetir boda. Un hombre maravilloso que a todo
decía “Sí, cariño”.
Desde el primer momento aceptó que de los dos la más inteligente
fuera yo. Tan considerado que tardó en morir seis meses desde que los médicos
lo desahuciaron. Tiempo más que suficiente para que dejara los papeles en
regla.
Mi tercer marido no era tan rico como los otros dos. No se lo pude
echar en cara porque fue lo primero que me dijo. Tampoco era pobre de
solemnidad. Conocía sus ahorros aunque él de los míos nunca tuvo ni idea.
Siempre me decía que una de mis virtudes es que soy una gran administradora del
dinero ajeno. Era muy trabajador y espléndido, siempre estuvimos de acuerdo en
que él ganara nuestro sustento para que yo le diera aire al dinero. Murió justo
antes de que empezara a desear que se fuera.
Mi actual marido es músico. Y muy bueno. Profesor de la famosa Julliard además de organista y director de un coro muy importante. Daba maravillosos conciertos por todo el mundo. De no toparse conmigo, creo que habría continuado en esa línea hasta que lo hubieran sacado con los pies por delante pero desde que me conoció solo se dedica a mí. Espero que tenga la delicadeza de marcharse en el momento adecuado.
Mi actual marido es músico. Y muy bueno. Profesor de la famosa Julliard además de organista y director de un coro muy importante. Daba maravillosos conciertos por todo el mundo. De no toparse conmigo, creo que habría continuado en esa línea hasta que lo hubieran sacado con los pies por delante pero desde que me conoció solo se dedica a mí. Espero que tenga la delicadeza de marcharse en el momento adecuado.
© Marieta Alonso Más
Muy buenos los tres cuentos. "Un velatorio de infarto" es muy divertido y ágil. Me ha gustado especialmente. Bravo!
ResponderEliminarMuchas gracias, bonita. A ver ¿cuándo nos vemos? Me imagino que estés muy liada. Recuerda tus colaboraciones.
EliminarMe gusta, me gusta, me gusta. Ese tono irónico, buenísimo!!!
ResponderEliminarMe alegro, me alegro, me alegro, que te haya gustado.
ResponderEliminarOye, Marieta, ¿dónde puedo encontrar un marido de estos? Me vendría genial con el tema de la crisis y de mi sueldo hiperrecortado... Además, con las "patitas rotas" seguro que podría cuidarme eXpléndidamente (sí, sí, me cuidaría con X) ... =)
ResponderEliminarMe diviertes, me divierto leyéndote. Gracias.
No desanimes. Lo mismo puedes encontrar uno de éstos a la vuelta de la esquina. Besos
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