viernes, 30 de agosto de 2013

Concepción Arenal (El Ferrol, 1820 - Vigo, 1893)


Concepción Arenal




“Si el presupuesto de guerra de cualquier país se empleara en instrucción pública, su aspecto cambiaría física, moral e intelectualmente en pocos años, y sería rápido, muy rápido su progreso”. Concepción Arenal








Su padre, Ángel Arenal Cuesta, sufrió muchas veces represión por su ideología liberal y por estar en contra del régimen monárquico absolutista del rey Fernando VII. Murió cuando ella tenía nueve años. En 1834 su madre decide trasladarse a Madrid, donde Concepción estudia en un colegio para señoritas. Siete años después entra, contra la voluntad de su madre, como oyente en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid, vistiendo ropas de hombre, puesto que en su época la educación universitaria estaba vedada a las mujeres.

Se casó en 1848 con el abogado y escritor Fernando García Carrasco, quince años mayor que ella, pero con ideas tan modernas como para permitir que su mujer lo acompañase, vestida de hombre, a las Tertulias del Café del Pasaje del Iris. Fue un matrimonio basado en los mismos ideales  y en la estima intelectual.  Colaboraron juntos en el periódico liberal “La Iberia”, hasta que en 1857, Fernando murió de tuberculosis.

Tras el fallecimiento Concepción marcha con sus hijos a Potes (Cantabria). Allí funda en 1859 el grupo femenino de las Conferencias de San Vicente de Paúl para ayuda de los pobres. Concepción escribe en 1860, "La beneficencia, la filantropía y la caridad” que presentará al concurso que convoca la Academia de Ciencias Morales y Políticas, bajo el nombre de su hijo Fernando, que tiene entonces 10 años. Después de una serie de conflictos sobre la forma incorrecta de introducir su escrito en el concurso, se le concede el premio y será la primera mujer premiada por la Academia.

En 1863 se convierte en la primera mujer que recibe el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres, por iniciativa de Isabel II, cargo que ostentó hasta 1865. Poco tiempo lo ejerció, al cuestionar diversos puntos del Código Penal. En 1868 es nombrada Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres.

Su obra tiene como base la reforma social, en especial en el sistema penitenciario, los derechos de la mujer y la condición de los obreros. Está considerada como una de las madres del feminismo español. Funda el periódico quincenal “La voz de la caridad” que se mantendrá vigente durante catorce años, en sus artículos denunciaba las inmoralidades cometidas en el ámbito penitenciario así como la desigualdad de la mujer. 

Para ella la ignorancia y la falta de cultura de la mujer son las responsables de que sus derechos civiles se encuentren discriminados.   

En 1872 funda la Constructora Benéfica, una sociedad que se dedica a la construcción de casas baratas para obreros. Posteriormente también colabora organizando en España la Cruz Roja del Socorro. En 1877 publica Estudios Penitenciarios.

Murió el 4 de febrero de 1893, en Vigo, donde fue enterrada. Es su epitafio aparece el lema que la acompañó durante toda su vida: A la virtud, a una vida, a la ciencia. Sin embargo, su frase más celebre fue probablemente "Odia el delito y compadece al delincuente".

Independiente como ella quería que fuera toda mujer, fue ante todo, una mujer consecuente con lo que pensaba y con lo que escribía.

Un ejemplo a seguir.





Fuentes:
Wikipedia, la enciclopedia libre.
Personajes de la Historia de España. Espasa Calpe, S. A. 1999


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