Concepción Arenal |
“Si el presupuesto de guerra de cualquier país se
empleara en instrucción pública, su aspecto cambiaría física, moral e
intelectualmente en pocos años, y sería rápido, muy rápido su progreso”. Concepción Arenal
Su padre, Ángel Arenal Cuesta, sufrió muchas
veces represión por su ideología liberal y por estar en contra del régimen
monárquico absolutista del rey Fernando VII. Murió cuando ella tenía nueve años.
En 1834 su madre decide trasladarse a Madrid, donde Concepción estudia en un
colegio para señoritas. Siete años después entra, contra la voluntad de su
madre, como oyente en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de
Madrid, vistiendo ropas de hombre, puesto que en su época la educación
universitaria estaba vedada a las mujeres.
Se casó en 1848 con el abogado y escritor Fernando
García Carrasco, quince años mayor que ella, pero con ideas tan modernas como
para permitir que su mujer lo acompañase, vestida de hombre, a las Tertulias
del Café del Pasaje del Iris. Fue un matrimonio basado en los mismos ideales y en la estima intelectual. Colaboraron juntos en el periódico liberal “La
Iberia”, hasta que en 1857, Fernando murió de tuberculosis.
Tras el fallecimiento Concepción marcha con sus
hijos a Potes (Cantabria). Allí funda en 1859 el grupo femenino de las
Conferencias de San Vicente de Paúl para ayuda de los pobres. Concepción
escribe en 1860, "La beneficencia, la filantropía y la caridad” que
presentará al concurso que convoca la Academia de Ciencias Morales y Políticas,
bajo el nombre de su hijo Fernando, que tiene entonces 10 años. Después de una
serie de conflictos sobre la forma incorrecta de introducir su escrito en el
concurso, se le concede el premio y será la primera mujer premiada por la
Academia.
En 1863 se convierte en la primera mujer que
recibe el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres, por iniciativa de Isabel
II, cargo que ostentó hasta 1865. Poco tiempo lo ejerció, al cuestionar diversos
puntos del Código Penal. En 1868 es nombrada Inspectora de Casas de Corrección
de Mujeres.
Su obra tiene como base la reforma social, en
especial en el sistema penitenciario, los derechos de la mujer y la condición
de los obreros. Está considerada como una de las madres del feminismo español.
Funda el periódico quincenal “La voz de la caridad” que se mantendrá vigente
durante catorce años, en sus artículos denunciaba las inmoralidades cometidas
en el ámbito penitenciario así como la desigualdad de la mujer.
Para ella la
ignorancia y la falta de cultura de la mujer son las responsables de que sus
derechos civiles se encuentren discriminados.
En 1872 funda la Constructora Benéfica, una
sociedad que se dedica a la construcción de casas baratas para obreros.
Posteriormente también colabora organizando en España la Cruz Roja del Socorro.
En 1877 publica Estudios Penitenciarios.
Murió el 4 de febrero de 1893, en Vigo, donde fue
enterrada. Es su epitafio aparece el lema que la acompañó durante toda su vida:
A la virtud, a una vida, a la ciencia. Sin embargo, su frase más celebre
fue probablemente "Odia el delito y compadece al delincuente".
Independiente como ella quería que fuera toda
mujer, fue ante todo, una mujer consecuente con lo que pensaba y con lo que
escribía.
Un ejemplo a seguir.
Fuentes:
Wikipedia, la enciclopedia
libre.
Personajes de la Historia de
España. Espasa Calpe, S. A. 1999
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