No era suya
En la taberna de mi barrio dicen que la
maté porque era mía. Pero, señor Juez, ¿usted cree que si todavía fuese mía la
habría matado?
Un
gesto amable
Pongo veneno de ratas en el café y se lo doy a beber.
Ella comienza a sentir dolores de estómago. Suda. Palidece. Se levanta. Parece
que quiere irse. Me da lástima. No puedo dejar que se vaya sufriendo de ese
modo. Disuelvo una caja de orfidal en un vaso de leche y feliz de poder
ayudarla, la obligo a beberlo, despacio, a traguitos. Se queda dormida. Estoy
seguro de que agradece mi gesto. La beso satisfecho.
Señor Juez, ¿no cree que mi amabilidad es un
atenuante?
Disparos
Disparé al pájaro de mal agüero y dejó
de piar. Disparé a una serpiente venenosa y la partí en dos. Disparé al gato
tuerto y dejó de maullar de medio lado. Disparé al perro que en vez de ladrar
lloraba y lo silencié. Abrí la puerta de la cocina y disparé a un pavo real sin
plumas y ahora, señor Juez, me acusan de asesinato.
Conversaciones con el Juez: No era suya - Un gesto amable - Disparos por Malena Teigeiro se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
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