Malena
Al llegar a
casa mi mujer me recibe con los siguientes trinos: Malena canta el tango
como ninguna y en cada verso pone su corazón. A yuyu del suburbio su voz
perfuma, Malena tiene pena de bandoneón.
Me hace gracia
y canto con ella algunas estrofas. Pero la cosa no para ahí, sigue con el tango
en los labios hasta que nos acostamos. Se levanta con la misma cantinela.
Total, que consigue que la música se me meta en el cerebro y a lo largo de toda
mi jornada en el puerto, ando de un lado para otro tatareando. He de reconocer
que le echa sentimiento: deja caer los párpados mientras me mira con ardor. Sus
cantos los acompaña agarrada al palo de la escoba bailando por los pasillos. Y
lo hace con gracia. Y me mosquea. No puede ser que de pronto, baile tan bien. Y
el tonillo que le da a lo de aquel romance que solo nombra, me molesta.
Aunque como soy optimista, me lo quito de la cabeza.
Después de un
día tras otro oyendo el tango, me encuentro en la cama pensando en tomar alguna
medida cuando me abraza al tiempo que con la pierna derecha hace un gancho
sobre la mía izquierda. La misma postura que las parejas que bailan en los
garitos del puerto. Arrima su mejilla a la mía y otra vez dale que te dale. Tu
Canción tiene el frío del último encuentro. Esta letra me preocupa. De
pronto comprendo. Me deja. Después de esta noche, se va. Coloco mi cuerpo sobre
el suyo y ahora soy yo el que con tono atronador canta: Tu canción se hace
amarga en la sal del recuerdo. Tus ojos son oscuros como el olvido.
Me mira con
fijeza, y yo, que comprendo el significado de sus ojos tangueros, le sujeto el
cuello entre mis manos de estibador y se lo parto.
Me levanto, le
dirijo un postrer saludo y me voy cantando: Tus tangos son criaturas
abandonadas, que cruzan sobre el barro del callejón, cuando todas las puertas
están cerradas, y ladran los fantasmas de la canción.
Conversaciones con el Juez: Malena por Malena Teigeirose distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario