El suicidio
Supe que tenía otro. Y como no me iba a poder
amar preferí envenenarla poquito a poco. Antes de cerrar el ataúd quise
despedirme. La besé y la vi escupir mi beso. Le puse lirios sobre el pecho y me
los arrojó a la cara. Al cerrar la tumba la vi salir y mirarme. Y ante el odio
de su mirada no pude continuar viviendo. Pero me suicidé poquito, señor Juez, y
desperté en el hospital.
Propiedad
El la espera. En cuanto se reúnen trato
de no verlos. Pero una vocecita interior me dice: Te lo ha quitado. Y repetía:
Te lo ha quitado. Y a mí, señor Juez, siempre me molestó que me arrebataran lo
que es mío.
Compasión
Se
hace de noche y él se va. Ella sentada en un banco detrás de un árbol solloza.
Le pregunto qué tiene. El quiere a otra. En ese momento, señor Juez, me dio
tanta lástima que cogí una piedra y la maté, pero no lo hice por su estupidez,
ni por odio, ni por venganza, fue solo por compasión.
Conversaciones con el Juez: El suicidio - Propiedad - Compasión por Malena Teigeiro se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
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