Volví a la casa en el pueblo donde pasé los veranos de mi adolescencia. Al recorrer las diversas estancias, comprobé que la sala del piso, que llamábamos de arriba, no había cambiado. En primer lugar la cómoda, sólida, de madera de nogal con unas columnas torneadas a cada extremo, sus tiradores dorados y en su cubierta una palmatoria antigua y un vaso con flores secas. Aquel mueble que llenaba el espacio era, para mí, un referente importante de aquella habitación, en la que, además, había dos alcobas. Algunas sillas, un baúl con láminas metálicas de colores y cuadros con motivos religiosos completaban la decoración.
Me acosté al llegar la noche pero, fatigado, apenas
pude leer, según mi costumbre, y con las campanadas del reloj de la torre de la
iglesia, fui cayendo en el sueño. Y entonces sucedió. Las sillas se movieron y,
entre bostezos, estiraron sus patas.
En la cómoda, se fueron abriendo, poco a poco,
los cajones; en el primero de ellos, las figuras reflejadas en antiguas fotografías, hablaban
de tiempos pasados; una caja forrada de conchas, abría y cerraba la tapa
emitiendo sonidos marinos; un misal con cantoneras de plata, comenzó a entonar
cánticos gregorianos.
De
otro cajón, salieron sábanas que se desperezaron, extendiéndose, para, después,
iniciar un baile acelerado. También salieron toallas que se deslizaban suavemente
por el entarimado y, más tarde, se encaramaron en las sillas que, alegres, las
acogieron. Salió un traje regional y, acompañando a los demás, se puso a bailar
una jota de la tierra. Era fenomenal la zarabanda que se había armado.
El
sonido del despertador me hizo abrir los ojos. Miré a mi alrededor, todo estaba
igual que antes de acostarme. Todo no, por un cajón entreabierto vi sobresalir
la punta de una de las toallas danzantes.
En
la calle, con el rítmico sonido de las esquilas, un grupo de vacas acompasaba
su paso camino de los prados.
© Alejandro Chanes Cardiel
El despertar de las cosas por Alejandro Chanes Cardiel se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional
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