Castillo de Alarcón. Cuenca |
Alarcón es una villa de
la provincia de Cuenca situada en una meseta casi rodeada por el Júcar. En lo
más alto de la meseta está el castillo de planta cuadrada con una soberbia torre
del Homenaje que destaca de todas las construcciones. En realidad es una
ciudad-fortaleza que constituye un conjunto fortificado de extraordinario
valor, con diversos recintos, puertas y cinco robustas torres: Torre del Campo,
de En medio o del Calabozo, del Bodegón, del Homenaje, que son como el nudo del
que parten tres recintos amurallados que descienden hacia el río, cada uno de
ellos con una gran torre octogonal como núcleo de defensa. Teniendo en cuenta
que el cerro situado enfrente posee una torre redonda flanqueada por cuatro
cubos y que en tiempos pasados sus murallas se unían en el puente que salva el
Júcar con las del propio Alarcón, el conjunto de todas las fortificaciones
debió de ser uno de los recintos militares más formidables de España.
Torre del Homenaje. Alarcón. Cuenca |
En un principio
dependió del emirato de Córdoba, luego pasó al de Toledo. El día de San Andrés
de 1184, Fernán Martínez de Ceballos, capitán de las tropas de Alfonso VIII,
ganó la plaza para su rey y se le recompensó pasando a llamarse Martínez de
Alarcón. El rey puso el castillo en
manos de la Orden Militar de Santiago. Fernando IV, a principios del siglo XIV,
hizo entrega al infante don Juan Manuel del señorío de Alarcón, castillo incluido,
en el cual escribió algunas de sus obras. Fue pasando de unos a otros y en el
siglo XV llegó a poder de Juan Pacheco, marqués de Villena. Cinco siglos
después, en 1963, se rehabilita como Parador Nacional de Turismo “Marqués de
Villena” y se inaugura el 25 de marzo de 1966.
Vista general de Alarcón, Cuenca |
Cuenta la leyenda que
en tiempos muy lejanos vivía en el castillo un señor que tenía una hermana muy
hermosa. La pretendió un rico tarambana y cuando vino a pedir su mano, fue
rechazado, causando tal profundo rencor en el pretendiente que, ideó asesinar
al señor del castillo y secuestrar a la dama. Un día llegó un extraño solicitando
una entrevista con el dueño del castillo, se sospechó de él y cuando el
desconocido iba a abalanzarse sobre el señor los criados le dieron muerte, su
cuerpo se mezcló con la argamasa que estaban preparando para unas obras y es
por eso que hoy se ven manchas negras y rojizas entre los bloques de piedra del
muro que rodea el castillo.
Fue declarado Bien de Interés Cultural, Patrimonio Histórico de España, el 28 de febrero de 1992.
Fuente y Fotos: Wikipedia, la enciclopedia libre
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