Si mi voz muriera en tierra (Marinero en tierra, 1924)
A Rodolfo Halffter
Si
mi voz muriera en tierra,
llevadla
al nivel del mar
y
dejadla en la ribera.
Llevadla
al nivel del mar
y
nombradla capitana
de
un blanco bajel de guerra.
¡Oh
mi voz condecorada
con
la insignia marinera:
sobre
el corazón un ancla
y
sobre el ancla una estrella
y
sobre la estrella el viento
y
sobre el viento una vela!
Se
equivocó la paloma (Entre el clavel y la espada, 1940)
Se
equivocó la paloma.
Se
equivocaba.
Por
ir al norte, fue al sur.
Creyó
que el trigo era agua.
Se
equivocaba.
Que
las estrellas, rocío
Que
el calor, la nevada.
Se
equivocaba.
Que
tu falda era tu blusa;
Que
tu corazón, su casa.
Se
equivocaba.
Ella
se durmió en la orilla.
Tú,
en la cumbre de una rama.
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