Fue un pintor florentino del
Quattrocento italiano. La obra fue un encargo de Lorenzo di Pierfrancesco de
Médici, primo de Lorenzo el Magnífico, para adornar la Villa di Castello.
En un inventario de 1499
aparece: «En Castello, una villa del duque Cosme, hay dos cuadros que figuran,
uno a Venus naciendo y a esas brisas y vientos que la empujan a tierra, con los
cupidos; y también otra Venus a quien las Gracias adornan con flores, denotando
la Primavera».
Está realizado al temple
sobre tabla y mide 203 centímetros de alto por 314 centímetros de ancho. Se conserva
en la Galería Uffizi en Florencia.
Con su técnica de veladuras expresa
lo sublime del amor humano, el florecer del amor. Se cree que el dios Mercurio,
el personaje situado más a la izquierda, el guardián del jardín, el que
sostiene un caduceo con el que ahuyenta unas nubes representa a Giuliano de
Médici, el hermano de Lorenzo el Magnífico, y la gracia que mira al dios
representa a su amante, Simonetta Vespucci.
A Venus o Afrodita, la diosa
del amor, Sandro Botticelli la representa vestida con túnica blanca y un manto
rojo, levantando el brazo derecho en señal de saludo. A la derecha del cuadro aparece
Céfiro, dios del viento del oeste, en el momento en que rapta a la ninfa Cloris,
vestida con una túnica transparente, al convertirla en su esposa se convierte
en Flora, la diosa de las flores y los jardines, a la que enamora con un
aliento de flores.
Sobre Venus está Cupido o
Eros que dirige su flecha hacia las tres Gracias, que representan en la
mitología griega la castidad, la voluptuosidad y la belleza, y en la mitología romana
la virgen, la esposa y la amante.
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