La condesa Emilia Pardo Bazán
decía que el labrador gallego era vegetariano a la fuerza. Al mejorar sus
condiciones de vida es cuando comienzan añadirle al caldo: chorizo, lacón,
panceta o costillar de cerdo salado.
Mi amiga Tere ya no está entre
nosotros. Cuando hablamos de ella, que es casi todos los días, siempre sale a
relucir su exquisito caldo gallego. Y la vez aquella que después de comernos
dos platos, nos levantamos de la mesa, dimos cinco vueltas al pasillo y nos
volvimos a sentar a comernos una tercera ración.
Ingredientes:
·
½ kg. de judías blancas
·
1 manojo de grelos
·
3 patatas grandes a ser posible gallegas
· 50 gramos de unto gallego (lo encuentras en la
calle Arenal de Madrid)
·
2 chorizos de Cantimpalos
·
700 gramos de buen jamón
·
700 gramos de bacon
·
1 hueso de jamón
·
1 cucharadita de postre rebosada de pimentón
dulce
La noche antes se ponen a
remojar las judías blancas. Quitar el agua. En la olla de presión se ponen las
judías, bacon, jamón, dos falanges de unto y los chorizos.
Cuando comience a sonar se
baja y se deja veinte minutos.
Lavar bien los grelos, cortar
el tallo duro y trocear. En una cazuela con agua caliente, echar los grelos 15
minutos para que suelte el verdor. Escurrir. En una cazuela aparte poner los
grelos y las patatas con el caldo de las judías y el unto cuarenta minutos. En
el caldo de los grelos echar el pimentón. No echar sal. Hay que echar el doble
de agua para hacer el caldo. Servir en la fuente, el jamón, el chorizo y el
bacon.
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