domingo, 10 de noviembre de 2013

Ramón L. Fernández y Suárez: Reseña "El Emperador"




Hemos leído

Revista de la Universidad Politécnica de Madrid nº 12 diciembre 2008


Ficha Técnica
Título: El Emperador
Autor: R. Kapuscinski
Ed.: Anagrama. 10ª edición
Año: 2008
ISBN: 978-84-339-2514-5


Es en nuestro tiempo cuando las distancias estilísticas que han marcado la evolución del pensamiento escrito parecen superar la tradicional escisión entre los profesionales de la palabra para acercar literatura y periodismo. Este último innegablemente ha producido en todos los idiomas figuras señeras del lenguaje y fue contemplado hasta no hace mucho tiempo como un género ocasionalmente productor de florecimientos fugaces que poco tenían que ver con las grandes y universalmente famosas obras de la narrativa, la épica y el ensayo, las cuales quedaban intemporalmente consagradas en la historia de la cultura.

Ciertamente buenos periodistas pueden encontrarse escribiendo obras famosas desde las postrimerías del siglo XIX. Ellos utilizaron sus viajes y experiencias profesionales como fuente fenomenológica para crear relatos publicados como libros, algunos realmente extraordinarios. Pero la fusión entre el lenguaje periodístico (donde priman información, brevedad y contundencia) y el lenguaje literario no cobra forma sino hasta hace pocas décadas. Entre nosotros, Pérez Reverte constituye un buen ejemplo de todos conocidos, al margen de la aceptación que su obra literaria pueda suscitar en los lectores.

Siguiendo esta misma línea creativa hoy presentamos un ejemplo excepcional de todo cuando hemos apuntado anteriormente. El polaco Kapuscinski, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2003, logró aunar con brillantez periodismo y literatura a través de su dilatado catálogo de publicaciones, donde los temas histórico-contemporáneos resultan siempre documentados con experiencias de primera mano. Solo por citar un buen ejemplo que acredite su saber hacer mencionaremos Ébano, a través del cual el lector entra en contacto real con el distante mundo de la africanidad durante las primeras décadas de su descolonización definitiva. No obstante, la obra a la que nos aproximamos, El Emperador (originalmente publicada en Varsovia en 1978) nos introduce en un mundo geográfica y espiritualmente lejano para sus contemporáneos occidentales por aquel entonces. 

Los hechos que describe e intenta interpretar son: la caída durante el último tercio del pasado siglo del imperio etíope, autoproclamado único heredero y reivindicativo de legitimidad basada en ancestros tan significativos para nuestra cultura como el rey Salomón, fundador del templo de Jerusalén; así como la subsecuente desaparición de su cabeza visible, el Negus de Etiopía. Para cuantos asistíamos desde la información periodística (escrita o televisiva) a tales acontecimientos, siempre nos quedó una cierta sensación de insuficiencia. Las informaciones aparecían de forma contradictoria. El acontecer que reseñaban no siempre parecía congruente. Había zonas en sombra que no permitían comprender qué estaba ocurriendo realmente en el cuerno de África. Bien es cierto que con frecuencia las agencias de noticias “matizan” sus informaciones guiadas por muy diversos intereses. Otras veces los mismos protagonistas de los hechos intentan maquillar sus actuaciones. Por ello, es aquí donde reside el auténtico valor de la obra que ahora comentamos. Su autor tardó tres años en recabar información, pedir diversas interpretaciones de los mismos hechos a espectadores y protagonistas de segundo orden (los personajes de primera línea o bien habían sido ajusticiados o guardaban sus huesos y miserias, en oscuras y remotas prisiones) afrontando a veces –labor de periodistas- peligrosas contingencias de variada índole para lograr articular una aproximación a la historia real de aquellos acontecimientos que desembocaron en la captura y posterior fallecimiento (¿) de Haile Selassie I, el “Rey de Reyes”, “El León de Judá”.

Este libro, rigurosamente histórico, es a través de sus más de 200 páginas una obra mayor de finísima ironía disfrutable tanto en su severo contenido como en su imaginativo desarrollo formal. Historia reciente contada con respetuosa fidelidad a la verdad que se abre paso a través de un paciente trabajo de investigación y que resulta tremendamente educativa al poner de relieve las similitudes con otras dolorosas realidades del mundo contemporáneo, donde parece existir un denominador común que subyace bajo el entramado de cada dictadura.


Buena traducción, donde se aprecia la calidad dual que la ha llevado a cabo. La ingeniosa concepción de los capítulos de la narración no concede amplio margen para la novelización allí donde pudieran aparecer vacíos de una información que a todas luces va apoyándose en contenidos noticiosos paralelos a la investigación de primera mano. Obra recomendable, en fin para la lectura sosegada y la referencia histórica. 


© Ramón L. Fernández y Suárez
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Hemos leído El emperador por Ramón L. Fernández y Suárez

    

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