Casualmente ha caído en
mis manos un libro de poemas editado ya hace unos años.
Un
blanco deslumbramiento, obra de Andrés Aberasturi, gran
periodista y locutor, alejado, creo, ahora de la Tele, cosa que no me extraña
dada la baja calidad de la mayoría de los programas; dedicado a su hijo Cris,
afectado de parálisis cerebral desde su nacimiento, que prologa diciendo: “cuando un niño de estas características te
sonríe por primera vez, cuando te abraza, sientes algo que no se puede
describir”.
Es un libro tan
emotivo, tan sincero que a veces provoca un nudo en la garganta, un libro,
pienso, muy necesario en estos tiempos tan materialistas, tan hedonistas, que, quizá por ello, no tuvo demasiado éxito,
difusión, comprensión ni, por supuesto, dinero, porque Aberasturi no insulta,
increpa, difama ni vende vidas íntimas. Todo lo contrario, es un hermoso canto
de amor y de esperanza, algo que hoy, por desgracia, no interesa, no vende, no impacta.
No sé cuantos
ejemplares habrá vendido Andrés de su precioso libro, pero, casi seguro, que
muchísimos menos que algún otro famoso que ni siquiera lo ha escrito.
Qué lástima! por Mª Isabel Martínez Cemillán se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
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