Declarado
Patrimonio de la Humanidad en 1984 (Argentina) y 1986 (Brasil). Está situado en
la provincia argentina de Misiones y en la brasileña de Paraná, con una
extensión de cincuenta y cinco mil quinientas hectáreas (Argentina) y ciento
setenta mil hectáreas (Brasil).
El
río Iguazú se despeña en el Paraná a través de las más importantes cascadas de
Sudamérica, con unos ochenta metros de caída y una longitud de dos mil
setecientos metros. Es un fenómeno único en el mundo.
Las cataratas presentan forma de arco de herradura y están formadas por doscientos setenta y cinco saltos.
La Garganta del Diablo es la divisoria entre Argentina y Brasil.
Se
recorre por una serie de caminos que ofrecen magníficas vistas y cuenta con un
observatorio suspendido sobre las aguas
que enfrente está la Garganta del Diablo. Debido al vapor de agua que
levanta el salto quedas empapado mientras contemplas la vista. Se pueden realizar
paseos en lancha, pasando bajo los saltos y acercándose tanto que es inevitable
volver a mojarse.
El estruendo es ensordecedor dando una sensación de vértigo la masa de agua al desplomarse.
El estruendo es ensordecedor dando una sensación de vértigo la masa de agua al desplomarse.
Alrededor
de las inmensas nubes de vapor, la selva húmeda subtropical da vida a más de dos mil plantas y sirve de
refugio a numerosas aves y mamíferos, muchos de ellos en peligro de extinción.
Mariposa. Lado argentino |
El cronista Hernández, secretario de la expedición de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, en 1541 nos dice: “Da el río un salto por unas peñas abajo muy altas y da el agua en lo bajo de la tierra con tan gran golpe, que de muy lejos se oye; y la espuma de agua, como cae con tanta fuerza, sube en alto dos lanzas o más”.
Ellos
bautizaron las cascadas con el nombre de Saltos de Santa María que cayó en
desuso manteniendo el topónimo guaraní. Iguazú significa agua grande.
Cataratas. Lado brasileño |
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