Monasterio de Batalha (Portugal) |
Monasterio y templo gótico, más tarde manuelino de Santa
María de la Victoria, o de la Batalha, mandado a construir por Juan I en
conmemoración de la victoria obtenida en Aljubarrota en el año 1385.
Requirió lo esfuerzos de unos quince arquitectos, Mestre das
Obras da Batalha, tardando dos siglos en ser construido. El primero fue el
portugués Alfonso Domíngues hasta 1402, continuó Huguet hasta 1438, Fernäo de
Évora hasta 1477, Mateus Fernandez, el Viejo hasta 1515, Juan de Castillo, el
único arquitecto con obras en cinco monumentos declarados Patrimonio de la
Humanidad, y muchos más.
Capillas inacabadas |
Portugal conoció un momento clave a la muerte de Fernando I,
en el año 1383. La única heredera era su hija Beatriz, casada con Juan I de Trastámara,
rey de Castilla. El miedo a perder la
independencia obtenida cundió en la Corte portuguesa, ya que los herederos
legales del Reino no eran otros que los infantes fruto del matrimonio entre
Doña Beatriz y el rey castellano quienes, llegada la edad legal para asumir el
trono luso, no dudarían en anexionar las tierras portuguesas al Reino de
Castilla.
Ante esta situación, Juan Maestre de Avis, hijo bastardo del
rey Pedro I que antecediera a Fernando en el trono de Lisboa, toma la
iniciativa. Los nobles de la corte le
prometen su apoyo, mientras que Nuno Alvares Pereira se compromete a tomar el
mando de sus ejércitos. Avis recibe la
imprescindible justificación jurídica a sus aspiraciones de las Cortes de Coímbra,
donde Juan de las Regras defiende su causa y la independencia portuguesa con
singular elocuencia.
Galería del claustro |
Antes de iniciar la campaña militar que le permitiría encaramarse
en el trono portugués, Juan Maestre de Avis realiza una promesa: si la fortuna
le es favorable, construirá un imponente monasterio en Batalha para conmemorar
el acontecimiento.
El rey castellano, poco dispuesto a ceder los derechos de sus
hijos sin combate, reunió un ejército que, según las crónicas, era notablemente
superior al portugués. El enfrentamiento
entre Juan Maestre de Avis y Juan I de Trastámara tuvo lugar el 15 de agosto de
1385 en Aljubarrota, y las armas fueron favorables al portugués. Las crónicas del Canciller Ayala, que
acompañaba al rey castellano, y del francés Froissart, dieron cuenta de la magnitud de la batalla y
de las pérdidas del ejército castellano.
El propio rey Juan I lamentó
durante años la derrota como lo prueban los escritos que dirigió al Papa de
Aviñón, Clemente VII, las órdenes que dictó al volver a España por
las que se decretaba luto en la corte durante un año y medio, así como la
prohibición de representaciones teatrales y fiestas populares en todo el Reino
durante un año.
Frontal Monasterio de Batalha |
Juan I de Avis cumplió su promesa, puso la primera piedra en
Batalha en recuerdo de Aljubarrota que, en adelante, se erigió en el símbolo de
la autonomía portuguesa. La mayor parte de la obra, la iglesia, el claustro
real, la Sala do Capitulo y la Capela do Fundador, se completó en 1434 en un
estilo gótico muy llamativo, pero el estilo dominante terminó siendo el
manuelino, gracias a los añadidos realizados
en los siglos XV y XVI. El
edificio de caliza ocre es un cúmulo de pináculos y parapetos, arbotantes y
balaustradas, ventanas talladas en estilo gótico simple y gótico flamígero,
capillas octogonales y enormes pilares que siguen el estilo perpendicular
inglés.
La Capela do Fundador consiste en una sala cuadrada con
bóveda en estrella profusamente ornamentada, iluminada con una lámpara
octogonal. El claustro data de finales
de la década de 1380, pero los añadidos manuelinos posteriores, obra de Diogo
de Boitac, son los que realmente quitan la respiración.
Las Capelas imperfeitas, llamadas así por estar inacabadas,
sin techo, son quizá la parte más sorprendente y atractiva de Batalha. El mausoleo y sus siete capillas, solo
accesibles desde el exterior de la abadía, fueron un encargo de Dom Duarte, el hijo mayor de Juan I, en
1437. No obstante los añadidos
manuelinos del arquitecto Mateus Fernandes eclipsan todo lo demás, incluso la
balconada superior renacentista.
El conjunto es probablemente la mejor muestra del maridaje
artístico entre el gótico y el manuelino.
Monasterio dominico de Batalha |
Ver en este Blog. Hombres célebres: arquitectos: Juan de Castillo.
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