Se llama así (además de Lugar Nuevo y Cucalata) porque
en la Edad Media pertenecía al Señorío de Montalbán, junto con los pueblos de
alrededor La Puebla, Villarejo, etc. Etimológicamente el nombre puede
derivar del término celta “Mons
Albiganicum” o del latino Mons Albus,
monte blanco en referencia a las caleras y minas de caolín.
Estuvo habitado desde la Prehistoria. Se han encontrado
hachas de piedra pulimentada y restos cerámicos del Neolítico. De la Edad del Cobre es el dolmen
galería formado por la superposición de menhires, encontrado en una finca
cercana al pueblo. Gentes de origen celta poblaron la zona, como lo demuestra
el verraco aparecido en el paraje de Vega de los Caballeros y el toro de
Menasalvas, (La cultura de los verracos rendía culto al toro o al jabalí como
animales apotropaicos, protectores de los rebaños y símbolos de la fertilidad).
Aquí, como en
toda la península, llegó Roma y la romanización y nos dejó el puente Canasta, resto de una calzada romana
que unía la ciudad de Vascos, en el municipio de Valmoralejo, y Toledo. De
los visigodos es el monumento más
importante Santa María de Melque. De la época medieval se conservan varias
tumbas antropomorfas cavadas en la roca
y, sobre todo, el Castillo de Montalbán.
Así, paso a paso,
llegamos a 1665 año en el que el rey
Felipe IV concedió al pueblo el título de Villa, previo pago de «Doscientos y setenta y dos maravedíes y
sello 2º de setenta y ocho maravedíes» (Felipe IV quería sacar dinero de
donde fuese, para costear sus múltiples guerras) seguimos, «Se
pusieron mojones para definir el término con pasos y cuerdas y cartabones». Quedando un término que en la actualidad es
de 135 km cuadrados. En el 2014 tenía 822 habitantes. Está 659 m de altitud. Cercano
a los Montes de Toledo.
El PAISAJE es cambiante, en invierno la escarcha y la
niebla le da un aire de estepa, rara vez nieva, como mucho, una vez al año. En
febrero florecen los almendros y los campos se ponen verdaderamente preciosos. En
primavera, se llenan de flores, grandes extensiones de campos amarillos
alternan con otros rojos de amapolas, la retama florece, casi siempre
coincidiendo con Semana Santa, junquillos y otras flores silvestres bordean los
caminos…¿Y los olores? Qué podemos decir de ese olor, que simplificamos diciendo: «olor a campo», donde
se mezclan los olores del tomillo, romero, plantas de monte bajo, con el espino y otros arbustos, como el cantueso, escaramujo,
etc. La fauna también forma parte del paisaje. Los conejos corren de un lado a
otro y no es raro ver bandadas de perdices levantar el vuelo. Mi pueblo es un
paraíso para los cazadores ¡Vive Dios! Y muchos conejos al ajillo, liebres con
arroz y perdices estofadas se han comido en él y se seguirán comiendo.
SANTA MARÍA DE MELQUE. Volvamos a los monumentos o
vestigios de la Historia: comenzamos por la Ermita de Melque, casi un enigma
arqueológico. Por su aparejo, piedras enormes unidas sin argamasa, se parece a
lo romano, por su planta a lo bizantino, por la contextura de sus arcos a lo
visigodo y a lo árabe primario, por sus
bóvedas, cúpula y medias columnas a lo románico, por el modo de ejecución a lo
bárbaro.
Los autores no se ponen de acuerdo sobre su cronología y
estilo. Gómez Moreno, sitúa su límite máximo de antigüedad el siglo VIII y cree que pertenece al arte y cultura
mozárabe. Luis caballero Zoreda,
basándose en cuanto planta alzado y molduras al paralelismo con Santa Comba de Bande (Orense) ve una
continuidad de la época romana, que seguiría la traza visigoda y la sitúa en la
segunda mitad del siglo VII.
Todo lo que en la fachada es recto se convierte en
curvas por dentro. Planta de cruz griega ala que se añade un ábside de
herradura inserto en un rectángulo. Bóvedas de cañón peraltadas cubren los
cuatro brazos de la planta, fundidas en el crucero en original cimborrio. Arcos
de herradura también en ventanas y puertas.
No es una simple ermita. Este monumento formó parte de todo un complejo
habitable, santuario o monasterio, y constituía el centro de un núcleo de
importante actividad económica, como se deduce de los restos de murallas que
rodeaban el monasterio o los restos de
antiguas presas en el rio Ripas que pasa muy cerca. Cerca del mismo rio se
encuentran varias tumbas antropomorfas, asociadas a comunidades cristianas de
los siglos VIII y IX. El paisaje es hoy
solitario.
EL CASTILLO. Se edificó sobre otro más pequeño de origen
árabe. En el siglo XII fue donado por Alfonso VIII a los Caballeros Templarios.
Cuando la orden fue suprimida a principios del siglo XIV, fue concedido
como señorío jurisdiccional a Alfonso Fernández Coronel, al cual se debe gran
parte de la obra actual, posteriormente pasó a manos de Don Álvaro de Luna y por último a los Condes de
Montalbán. En este castillo vivió María de Padilla, amante de Pedro I El Cruel. Estuvo sitiado
Juan II por el Infante Don Enrique en el año 1420.
Es el más robusto, extenso y fuerte de todos los
castillos de la provincia. Cortado al Norte
y Noroeste por un profundo tajo
del rio Torcón de cien metros de profundidad (las hoces del castillo), queda un espacio de 15.000 metros cuadrados,
bordeado de murallas almenadas, con torres cuadrangulares. El acceso al
interior por dos puertas protegidas por enormes torres albarranas de planta
pentagonal con esbeltos arcos apuntados. El conjunto es de una gran belleza,
ahora lo habitan las águilas reales,
especie protegida, en primavera no se puede visitar por este motivo.
El
PUENTE CANASTA. De origen romano, formaba parte de una calzada romana que era
en aquella época una importante vía de comunicación, hoy mantiene tres de sus
ojos enmarcados por arcos de medio punto, cruzando el rio Torcón sobre unos
tajos abiertos por las aguas a través de
los siglos. Es un paraje solitario de singular belleza, encontrarlo no es
fácil, pero merece la pena.
LA IGLESIA. La
iglesia del siglo XVI de estilo renacentista, parece un poco desproporcionada
pero es porque en ella hay dos partes bien diferenciadas, la más monumental y otra parte antigua formada por
una nave central y la torre.
Por fuera vemos la parte principal de estilo
renacentista como una iglesia de planta central de gran altura rematada por una cúpula. La cúpula está
cubierta por un tejado y flanqueada por
bolas de granito de estilo herreriano.
En el interior, podemos apreciar en el
arco principal de la cabecera, pinturas
renacentistas. También podemos ver restos de pinturas del siglo XVIII. En el
siglo XX la iglesia ha sido decorada en
la cabecera por pintores rusos, (Borys y Vladimir) y la parte posterior y
bautisterio por un pintor local (Eduardo). El retablo fue destruido en la Guerra Civil.
La imagen más venerada es la del Cristo de la luz, una
cruz de madera y hierro forjado en la que está pintada la imagen de Cristo
crucificado, copia del Cristo de
Velázquez. Por fuera en una de las
paredes de la iglesia, sobre una escalera de piedra de forma piramidal (la
escalerilla) también está la imagen del
Cristo de la Luz realizado en cerámica.
Su fiesta es el tres de mayo.
Para terminar, no puedo resistirme a transcribir un
fragmento de las relaciones Histórico- Geográficas.- Estadística de los pueblos
de España- hecha por iniciativa de Felipe II en 1578, cuando el rey quiso tener
una descripción de todos y cada una de los pueblos que componían sus estados. «… y las cosas que tienen son las siguientes:
mucho pan y mucho vino, mucho aceite, mucha leña, mucho ganado de todas
suertes, mucha miel y cera, buenas aguas, mucha caza de toda suerte de caza,
mucho pescado fresco, muchas moliendas y
ríos y muchos montes, y todo aparejo de canteras, cal y ladrillo y teja para
edificios, tierra sana y de buena comarca esta en XLI grados de la equinoccial
y poblada de buena gente». ¿Se puede pedir más?
© Socorro González- Sepúlveda Romeral
La descripción encargada por Felipe II me encanta. Que bonita la expresión "de toda suerte".
ResponderEliminarA mi también, Pilar, espero que un día puedas verlo. Besos Soco.
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